Agrarismo y acción política en Armariz

                                                                   24/09/2018 – José Luis Domínguez Carballo

Agrarismo y acción política en Armariz           

Un de las grandes sorpresas de mi investigación en la prensa de principios del siglo pasado fue el descubrir la actividad política en nuestra parroquia. Yo nací y fui educado durante el régimen franquista, donde la acción política era inexistente, al menos hasta bien avanzados los años sesenta. En mi familia nunca se habló de política, y en mis esporádicos contactos con el pueblo tampoco percibí una inquietud especial por ese tema. Así pues, fue sorprendente el descubrir la existencia de organizaciones agrarias en Armariz, con un enfoque sindicalista reivindicativo, en los años diez y veinte del pasado siglo, así como durante la Segunda República. Voy a tratar en este artículo de explicar el movimiento agrarista, que he conocido a través de la prensa gallega de esa época, así como las polémicas suscitadas en la acción política que merecieron la atención de los periódicos del momento, y que afortunadamente han llegado a nuestros días. Hay que suponer que, igual que ocurre hoy en día, la línea editorial de cada periódico se manifiesta en el tratamiento de las noticias con un claro sesgo hacia su posición ideológica. Yo no juzgo ni tomo partido, sino que me limito a reproducir lo que en ellos se reflejaba. A cada uno corresponde sacar las conclusiones que estime oportuno.

Cabecera de A Nosa Terra - Coruña 4 de agosto de 1907

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Antes de entrar en la materia específica de este artículo, considero necesario recordar cuál era el momento histórico en que nacen y se desarrollan estos movimientos. Comenzaré por resumir unos mínimos conceptos básicos en un primer punto que titulo “Entorno histórico”. El lector que estime que no necesita esta aclaración puede saltar directamente a los otros apartados que desarrollan el tema. Terminaré reproduciendo literalmente algunos artículos periodísticos, incluidos como anexos, que considero de gran importancia para apreciar el clima y contenido de la actividad política que se vivía entonces. Dada la extensión que tienen estas noticias, si las incorporara dentro de la exposición, rompería el hilo argumental desarrollado. Por otra parte, si me limitara a resumir estos extensos artículos también creo que perderían parte del encanto y fervor ideológico que transmiten. Así pues, aun a costa de hacer este post demasiado largo, creo que los documentos que adjunto merecen la pena para quien tenga un interés real en conocer esa época, que sin duda, al menos para mí, resulta de gran interés.


1 – Entorno histórico

A comienzos del siglo XIX todavía Galicia estaba profundamente sumida en un considerable atraso económico y social, arrastrando todos sus males endémicos del Antiguo Régimen. Todavía en 1880 aproximadamente un 90 % de la población gallega vivía de la agricultura y a comienzos del siglo XX solo un 10% de la población vivía en alguna de las siete ciudades gallegas más importantes. Estos datos estadísticos muestran la gran ruralización de la población y su dependencia del sector primario, así como un evidente retraso en su industrialización en comparación con el resto de España.

A pesar de este panorama, ciertamente sombrío, la invasión francesa provocó un despertar y toma de conciencia de pertenencia a una comunidad diferenciada. Llegaron escritos revolucionarios proyectando el espíritu de la revolución francesa de 1789, que proclamaba los principios de libertad, igualdad y fraternidad. En este clima revolucionario se produjo el despertar de una parte de intelectuales y de la burguesía gallega a una toma de conciencia nacionalista, poniendo en valor el patrimonio cultural del idioma autóctono. Este nuevo sentimiento nacionalista se manifestó en el resurgir del gallego como medio de comunicación culto, siendo empleado por primera vez en obras literarias y periodismo.

El movimiento romántico, dominante en el siglo XIX, propició la aparición de los nacionalismos, destacando lo propio y lo diferencial en oposición a la cultura dominante impuesta por el centralismo. En este contexto surgió en Galicia un sentimiento o movimiento revolucionario nacionalista, que reivindicaba el derecho de administrar los propios recursos, culpando al centralismo de los males del subdesarrollo y abandono al que había sido condenado el país. El Banquete de Conxo, celebrado en 1856, fue un acontecimiento donde participaron conjuntamente intelectuales, estudiantes y labradores en el que cristalizó de forma explícita este nuevo sentimiento. A este movimiento pertenece Eduardo Pondal, poeta notable, tanto en gallego como en castellano.

Agrarismo - Asamblea Federal de Lugo - 1887

En 1853 se publicó el primer libro en lengua gallega del siglo XIX, “A gaita gallega” de Juan Manuel Pintos, hito importante en el camino para valorar en su justa medida nuestra lengua, iniciando el proceso que conduciría a la depuración y normalización lingüística. Rosalía de Castro publicó en 1863 su libro “Cantares Gallegos”, que por su valor literario pone de manifiesto la madurez ya alcanzada de la literatura en lengua gallega, considerándose el punto de partida del movimiento conocido como “Rexurdimento” o renacimiento de la cultura gallega. Otras figuras destacadas de este movimiento fueron, en la vertiente literaria, el ya referido Eduardo Pondal autor de “Queixumes dos Pinos” de 1886, que fue adoptado como letra al himno de Galicia, y Curros Enríquez autor de “Aires da miña terra”, publicado en 1880.

Este movimiento literario, impulsado también en su vertiente política, abrió las puertas de la lengua gallega al periodismo, y a todas las esferas de la cultura. Un movimiento de intelectuales y políticos tomaban el relevo del pueblo llano, mayoritariamente rural, en el uso y desarrollo de la lengua, mantenida por simple transmisión oral durante siglos. La acción política se centró especialmente en combatir el caciquismo y la redención de los foros, además de reivindicaciones nacionalistas.

Llegados ya al período de la restauración borbónica, final del siglo XIX y comienzos del XX, la sociedad gallega continuaba sumida en una profunda crisis económica. La total dependencia del sector agrícola, que por otra parte solo aportaba lo necesario para la subsistencia, sin excedentes que generaran una mínima reserva para los años malos, producía años de hambruna debido a condiciones climáticas adversas o a los devastadores efectos de las plagas. A los problemas endógenos y climáticos, se sumaron los problemas sanitarios de las plantas. La plaga de la filoxera en 1870 afectó a toda España y consiguientemente a los viñedos de Galicia; la plaga de la “tinta” del castaño, producido por un hongo parásito, afectó a la producción de castañas y consiguientemente al alimento del ganado porcino, esencial en el agro gallego. El descenso en la confección del lino por la competencia del algodón acabó con la incipiente industria textil de esa fibra. Como vemos, el panorama social no era en absoluto halagüeño. A comienzos del siglo XX se comenzaron a desarrollar algo más las ciudades por una incipiente industrialización, pero las malas condiciones agrícolas forzaron a una emigración masiva por la creciente presión demográfica.

Directorio Antiforal de Teis - 1908

En este contexto surge un movimiento contestatario agrario conocido como “agrarismo”, fundándose en 1907 “Solidaridad Gallega”, que era un partido político de reivindicación agraria. Sus objetivos de lucha, en defensa de los intereses de los campesinos, se centraban en combatir el caciquismo, conseguir la redención de los foros y promover el asociacionismo agrario. Solo la unión permitiría alcanzar esos fines y modernizar al mismo tiempo la producción agrícola, con el uso de fertilizantes minerales y de productos químicos para combatir las plagas.

Ya he explicado en alguna entrada anterior que la propiedad de la tierra fue detentada históricamente por la nobleza y por el clero, por concesión real. Éstos, dueños del dominio directo y que vivían de las rentas que generaba, otorgaban el dominio útil de las tierras a los campesinos que las trabajaban. Tanto unos como otros transmitían por herencia o por venta sus respectivos derechos, que muy raramente se unían dada la precaria situación del campesino. La lucha por conseguir aunar el dominio directo con el dominio útil en la cabeza del campesino, para conseguir su pleno dominio, duró siglos. A lo largo del siglo XIX estas reivindicaciones se incrementaron. En el período de la Primera República incluso hubo un proyecto aprobado que no pudo llevarse a efecto por la caída de la República y la subsiguiente restauración borbónica. No sería hasta 1926, en el período de la dictadura de Primo de Rivera, cuando se aprobó el decreto que legislaba la redención obligatoria de los foros. Como norma general establecía el valor del dominio directo a razón de cien de capital por cinco y medio de renta. Pagando el campesino que trabajaba la tierra, en este supuesto, dieciocho rentas anuales, adquiría el dominio útil. Se concedían cinco años para el pago, devengando en este caso un interés del cuatro por ciento. Se arbitraron medidas de concesión de préstamos para facilitar la adquisición por los que trabajaban la tierra y detentaban el dominio útil de la misma. Se resolvía así definitivamente un problema secular, que además era causa del retraso en la mejora de la tierra y modernización de las explotaciones.

Don Cacique - Caricatura de Exoristo Salmerón, Tito - Publicado el 9/02/1913 en El Gran Bufón

El caciquismo fue otro de los grandes problemas, muy extendido en la vida política del estado liberal en su primera época a lo largo de todo el siglo XIX, y muy especialmente en el período conocido como la Restauración borbónica, que va desde 1874 hasta 1931, o lo que es lo mismo, desde la caída de la Primera República hasta el advenimiento de la Segunda. Este período se caracterizó por el turnismo en la acción de gobierno entre conservadores y liberales, con pucherazos reiterados, manipulación o compra de votos y otras artimañas antidemocráticas, en cuya manipulación tuvo un papel decisivo el caciquismo. El cacique es un personaje que, con su influencia en una determinada población o comarca, tanto económica como política, consigue influir en el sentido del voto de los ciudadanos, bien con favores o con amenazas. Su campo de actuación fueron fundamentalmente los Ayuntamientos y Diputaciones Provinciales. Utilizaban todas las artimañas a su alcance, con abuso de su posición de dominio, y con la impunidad que les daba la corrupción del sistema judicial y administrativo, que dejaba desamparados a los ciudadanos por la falta de cauces de reclamación y defensa. El reparto de los impuestos de consumos o de utilidades era uno de los medios más efectivos para sus propósitos, perjudicando a aquellos que no apoyaban su posición, imputándoles arbitrariamente una mayor carga tributaria. En definitiva era una forma grosera de clientelismo político con coacción financiera añadida.

El sufragio universal en España solo fue efectivo para los hombres mayores de 25 años desde 1890, y para las mujeres desde 1931. Antes de esas fechas, y desde la Constitución liberal de 1812, la democracia era censitaria, donde solo podían votar los ciudadanos varones que, además de ser mayores de 25 años, cumplían unas ciertas condiciones económicas y culturales. Los baremos para calificar a los votantes variaron con las distintas leyes electorales que estuvieron en vigor en ese período, pero que en general, solo calificaban como votantes a menos del 1% de la población. Fue a partir de 1890 donde el caciquismo manifestó su manipulación política con mayor intensidad, aprovechando la debilidad de los votantes que dependían para su subsistencia del trabajo que proporcionaban los más influyentes del lugar. El fraude electoral y el pucherazo eran moneda corriente en esa época. Emilia Pardo Bazán refleja magistralmente el desarrollo de unas elecciones en su obra “Los Pazos de Ulloa”, describiendo el proceso con una fidelidad solo posible para una persona que vivió tales situaciones de forma directa.


Solidaridad Gallega fue una organización política fundada en 1907 que tuvo una vida efímera. A pesar de su éxito inicial, diferencias ideológicas de sus miembros fundadores, precipitaron su desaparición. Fue la primera manifestación del agrarismo, cuyo testigo sería recogida por el movimiento de Acción Gallega, que tuvo un papel decisivo en la lucha agraria, así como en desarrollo del espíritu nacionalista gallego.


2- Basilio Álvarez

Acción Gallega, fundada en 1910, promovida, entre otros, por el clérigo Basilio Álvarez, asumió el papel del agrarismo en cuanto defensa de los intereses del mundo campesino gallego.

Basilio Álvarez - Uno de los grandes agitadores agrarios de la Restauración

Basilio Álvarez, figura destacadísima en esa época, merece una mención especial. Nació en Orense en 1877, muriendo exiliado en Tampa (Florida) en 1944. Fue un sacerdote, periodista y abogado, vinculándose inicialmente al Círculo Católico de Obreros de Orense, controlado por el obispado. Entre 1907 y 1911 residió en Madrid, donde tuvo una activa labor como periodista. Colaboró en un primer momento con la revista Galicia, órgano de la oligarquía gallega en la Corte. Dirigió luego El Debate, otro periódico católico donde va descubriendo su lado más combativo e inconformista. Las protestas de los antiforistas de Galicia y las revueltas anticaciquiles le hacen tomar partido radicalizando sus postulados. Entra en contacto con otros intelectuales gallegos, formando una tertulia o grupo de debate sobre los problemas que aquejaban a Galicia. Este grupo dio origen a la creación en 1910 de Acción Gallega. En 1911 es llamado por el obispo de Orense para hacerse cargo de la parroquia de Beiro, siendo conocido como el cura de Beiro. Esta parroquia está en el municipio de Canedo, hoy desaparecido por haber sido anexionado a Orense en 1943 y que se corresponde con lo que hoy es la margen derecha del Miño en la Ciudad de Orense.

Basilio Álvarez interviniendo en uno de los mítines agrarios

Orador de una retórica que hoy consideraríamos barroca, pero contundente, con una potente voz que arrastraba a las masas de campesinos que le escuchaban embelesados. Su carisma era innegable, de forma que, el solo anuncio de su presencia en un mitin congregaba multitudes, y todo ello comunicándose en castellano. Esta toma de conciencia social se tradujo en continuos mítines a lo largo y ancho de Galicia, radicalizando su discurso cada vez más reivindicativo y revolucionario, movilizando sectores rurales hasta entonces siempre pasivos y resignados. A la vista del sesgo que tomaban sus ideas fue apartado de sus labores pastorales por el obispo, siendo suspendido “a divinis” en 1913. A partir de ese momento concluyó sus estudios de derecho, dedicándose desde entonces a la abogacía, además de continuar su acción política y la colaboración periodística en diversos medios. En 1921 fundó en Orense el diario La Zarpa, órgano del movimiento agrario. Durante la Segunda República fue diputado en las Cortes en las listas del Partido Radical. Después del Alzamiento Nacional de 1936, se exilió en Argentina, luego en Cuba y finalmente en los Estados Unidos, donde falleció en la pobreza.

Basilio Álvarez en una caricatura de Castelao

Basilio Álvarez en una caricatura de Castelao

Su línea ideológica es marcadamente republicana y progresista en defensa del campesinado gallego. Sin embargo, no se identificó nunca con el socialismo, ni con el marxismo, como tampoco con ninguna de las posiciones conservadoras consideradas de derechas, asumiendo solamente su papel de militante y candidato del Partido Republicano Radical de ideología de centro, liberal, anticlerical y radical.


NOTA: Inserto aquí un hecho anecdótico referido a Basilio Álvarez. En Madrid, el 12 de junio de 1923, un grupo de personas relevantes, entre los que se encontraban varios gallegos, ofreció un homenaje a Francisco Franco, recién ascendido a teniente coronel, y antes de que regresara a Marruecos para asumir el mando de la Legión. En el momento final de los brindis, Basilio Álvarez, el conocido como cura de Beiro, pronunció las siguientes palabras: “Pido, como gallego, al Gobierno, que si Franco encuentra la muerte África, su cadáver sea enterrado al lado del sepulcro del Apóstol Santiago, en Compostela”. No podía imaginarse Basilio, que años más tarde, aquel a quien dedicaba tan agorero brindis sería la causa de su exilio.

3 – Agrarismo

Las notas que definen el agrarismo podemos resumirlas en los siguientes conceptos:

- Fue un movimiento campesino, organizado través de sociedades agrarias, que también podemos considerar como sindicatos agrarios.
- Los puntales de su lucha fueron la redención de los foros y la eliminación del caciquismo. Como objetivos complementarios figuraban la lucha por una modernización de las explotaciones agrarias y por la formación de los campesinos.
- Fue un movimiento reivindicativo liberal, con tintes revolucionarios en algunos casos, propiciado por las míseras condiciones de vida del agro gallego, que tuvo su importancia en todo el período de la Restauración borbónica.
- Hasta donde he podido investigar, las agrupaciones locales gozaban de autonomía, si bien solicitaban la colaboración de las Agrupaciones Provinciales para organizar mítines y de apoyo en sus reivindicaciones. A su vez estas Agrupaciones Provinciales eran las que presentaban los candidatos para las elecciones a las altas instituciones, tanto locales como nacionales, pidiendo el voto de los afiliados locales.
- No se debe considerar como un movimiento marxista, que cuestionara la propiedad de la tierra como tal o predicara la colectivización. Buscaba solución a los problemas específicos del agro gallego: la redención de los injustos foros, y acabar con el caciquismos manipulador y explotador.
- Ya en la segunda república, una vez resuelta la reivindicación foral, la izquierda socialista tomó la bandera de defensa de las clases más desfavorecidas, pero ya bajo una ideología marxista. No obstante el partido socialista siempre estuvo más centrado en el proletariado industrial y de servicios que en el mundo agrario, desapareciendo el movimiento agrarista como tal en esa época.

De la información dispersa en distintos periódicos que he analizado, puedo deducir que en nuestra parroquia hubo dos organizaciones agrarias. La más importante fue la Agrupación Agraria de Armariz, llamada oficialmente Sindicato Agrícola de Armariz, integrada en el movimiento Acción Gallega, de Basilio Álvarez, a la que se refieren las informaciones contenidas en este artículo. El Sindicato Agrícola de Armariz figura en el Censo Estadístico de Sindicatos Agrícolas y Comunidades de Labradores, publicado por el Ministerio de Agricultura en 1934. Su constitución se ajustaba a la normativa de la Ley de 28/01/1906 de Sindicatos Agrícolas. Fue reconocido por el Ministerio de Agricultura el 07/10/1927, concediéndole exención fiscal. Contaba con 72 socios y entre sus actividades figuraba la compra en común de azufre y sulfatos para los socios. La otra organización agraria he de suponer que era de tinte católico conservador, concretamente el Sindicato Agrícola Católico de Armariz, pero no he podido localizar ninguna información más precisa relativa a la misma.

Mitin agrarista en O Grove - 1911

Los dirigentes de la agrupación local de Armariz se elegían democráticamente. De las distintas publicaciones aparecidas en los periódicos del momento, especialmente en La Zarpa, que era el órgano de comunicación del movimiento agrarista, las juntas directivas de los años 1922, 1923 y 1924 son las que se indican a continuación. Por ser personas contemporáneas de nuestros abuelos, muchos de ellos podrán ser recordados por sus descendientes, que tal vez desconocieran la actividad política de sus antepasados.

Junta Directiva elegida el 11/01/1922:

Presidente: Justo Blas Álvarez.
Vicepresidente: Lisardo Álvarez Penín.
Secretario: Vicente Gómez Domínguez;
Vicesecretario: Manuel Vázquez
Contador: Antonio González Carballo
Tesorero: Antonio Carballo Gómez
Vocales: Manuel Gómez Rodríguez, José Álvarez Noguerol y Antonio Lama Fuentefría.


Junta Directiva elegida para el año 1923

Presidente: Lisardo Álvarez Penín
Vicepresidente: José Antonio Levices
Secretario: Vicente Gómez Domínguez
Vicesecretario: Manuel Vázquez
Tesorero: Antonio Carballo
Contador: Antonio González
Vocales: José Álvarez Sopa, Severino Gómez Lafuente, Manuel Gómez Rodríguez
Revisores de cuentas: Servando Graña Romero, Emilio dos Santos,  y Joaquín Lorenzo Gómez


Junta Directiva para 1924, según figura en el Correo de Galicia del 02/03/1924

Presidente: Manuel Carballo González
Vicepresidente: Lisardo Álvarez
Secretario: José Antonio Lebices
Vicesecretario: Vicente Gómez Domínguez
Contador: Antonio González Carballo
Tesorero: Antonio Carballo Gómez
Vocales: Manuel Vázquez, Manuel Gómez Rodríguez y Antonio Álvarez del Río.

Mitin agrarista en Ventosela - Ribadavia - 1914

En un tiempo donde la mentalidad caciquil estaba muy asentada en la sociedad, es inevitable que surgieran problemas entre los agraristas y los defensores del orden preconstituido. Así, no deja de ser curiosa la noticia La Zarpa del 19/10/1921, que recoge la expulsión de algunos miembros acusados de ser elementos infiltrados para destruir el movimiento:

El Movimiento Agrario - En Armaiz
Unos malos compañeros, de acuerdo con los despreciables caciques y rentistas, pidieron el ingreso en la Sociedad agraria, en la creencia de que perteneciendo a la colectividad podían con sus trabajos de zapa conseguir la desorganización y disolución de las Sociedades.
Bien pronto los elementos que con el mayor entusiasmo fundaron la Sociedad fiscalizaron la conducta de estos agrarios, poniendo los hechos en conocimiento de la Junta directiva, la que convocó incontinenti a una Asamblea general, con citación a los acusados para tratar de su expulsión.
El día 9 tuvo lugar la Asamblea con presencia de delegados del alcalde que depositó su confianza en dos de los que iban a ser juzgados por su conducta, los que abusando de la misión que la ley confiere a los delegados, pretendieron interrumpir la Asamblea, que gracias a la serenidad y cordura con que se producen ya los campesinos, la reunión se celebró y la conducta de los intrusos fue examinada con todo detalle, terminando por la expulsión a que se habían hecho acreedores.
Eran estos Antonio Noguerol Rodríguez, Perfecto Rodríguez Lorenzo, de Saa, Manuel Sampil Cortés, de Pereiras, Eliseo Fernández de Aspiro, Nicanor Álvarez Lorenzo, de Cardares, José Pérez Álvarez de Requejo, y Manuel Pérez Delgado, de Torre.
Hace tres meses que fue expulsado Modesto Álvarez Lorenzo, de Verdefondo, el que como aquellos, era un esbirro del famoso Guindilla, pero como no se tratara de ellos, creían salvada su situación para continuar sus miserables trabajos.
El pueblo no olvida los malos hechos, de los que hipócritamente quieren pasar por respetables ciudadanos y tenían que llamar a capítulo a los teloneros José Pérez y Eliseo Fernández, que diariamente estafan al pueblo con la venta de pan falto de peso, lo mismo que recordar al Nicanor, mayordomo del señorío de Bouzas, en Melias, cuando mandó arrestar a los agrarios.
Ahora, expulsados, pueden en sus tertulias caciquiles enterar bien a fondo a sus jefecillos de la honradez que se necesita para ser agrarios y de que estas colectividades son escuelas de ciudadanía, en donde se enseña a defender los derechos y cumplir los deberes.
Ya lo saben nuestros compañeros de la provincia, para que tengan en cuenta el acuerdo tomado en el Congreso agrario de 19 y 20 de Marzo de este año.- Corresponsal.”

Mitin de Ballester Tinoco  - Líder anarquista andaluz - Años 30s

Así pues en la anterior asamblea del 09/10/1921 se expulsaron a los siguientes asociados:

Antonio Noguerol Rodríguez
Perfecto Rodríguez Lorenzo de Sáa
Manuel Sampil Cortés (alias el Colorado) de Pereiras - Capataz
Eliseo Fernández de Aspiro
Nicanor Álvarez Lorenzo de Cardares
José Pérez Álvarez de Requejo
Manuel Pérez Delgado de Torre
Modesto Álvarez Lorenzo de Verdefondo
José Pérez (alias Delgado)  - Alcalde de barrio



La agrupación de Armariz se muestra muy activa, participando en todos los mítines que se celebraban en el propio municipio y en los circundantes, adonde acudían en masa con la bandera identificativa de la agrupación al frente. Es una lástima no contar con ninguna foto de estos mítines a pesar de que las he buscado con mucho interés. En estas concentraciones intervenía el coro femenino de la propia agrupación, como detallo en un apartado específico más adelante.

Los agrarios de Armariz son reconocidos como bravos luchadores, francos y leales, que se ponían como ejemplo en diversas intervenciones, incluso en un artículo de Basilio Alvarez en La Zarpa - 08/07/1925, titulado Finisterre, donde cuenta una anécdota de un marino, aparece el siguiente párrafo
“.../...
- Comimos una semana! Y al decir esto el anciano pescador, que, más que lobo de mar, parecía un agrario de los de Armariz por franco y por leal, dejaba resbalar una lágrima muy gorda.
¡A lo que hemos llegado, Cielos! ¡Mira que tener que pedir a Dios un naufragio para poder comer durante media docena de días!”.

Los mítines durante la Segunda República concitaban pasiones extremas. Largo Caballero y José Antonio.

De los diferentes artículos que he podido ver, se dibuja como auténtico cacique al alcalde de entonces, Gumersindo Rodríguez López de Neira, conocido entre los agrarios con el apodo de “El Guindilla”. El alcalde hacía lo posible, acudiendo a cuantas argucias estaban a su alcance, para impedir la celebración de los actos de los agrarios, como se recoge en el artículo de La Zarpa de fecha 08/11/1921, que incluyo como Anexo 01. En ese artículo se relatan las peripecias para conseguir celebrar un mitin autorizado por el Gobernador Civil, pero denegado por el alcalde, interviniendo la Guardia Civil para impedirlo. Finalmente se pudo celebrar el acto, aunque solo parcialmente. Considero de interés la lectura del artículo completo como ilustrativo, tanto de la personalidad de Basilio Álvarez, como de las luchas caciquiles y el ambiente participativo de nuestros paisanos de entonces.

Todo este movimiento agrario tiene una evidente derivada política, ya que presentaba candidatos a las distintas elecciones. Esta acción política queda reflejada en el artículo de La Zarpa de 29/01/1922, incluido como Anexo 02, en el que anuncian la presentación de candidatos a las elecciones municipales.



Las distintas agrupaciones locales forman una Federación Provincial Agraria, con su propia Junta Directiva o Comité Ejecutivo, donde se acordaba la concurrencia a los distintos congresos regionales agrarios, nombrando los delegados que han de asistir. Especialmente significativos fueron los congresos de Tui en 1923, donde se buscaba la creación de una Federación Regional Agraria, el II congreso Regional de Agricultores Gallegos celebrado en La Coruña en 1924 o el Tercer Congreso Regional Agrario de Pontevedra.

La solidaridad era una seña de identidad de este movimiento, y así aparece acreditado en el artículo de La Zarpa del 18/02/1922 incluido al final como Anexo 03. En él se acredita a Armariz como una de las agrupaciones más numerosas, que junto con otras acuden a arropar y defender a ocho compañeros de Santa Cruz de Rubiacós por un conflicto judicial de rentas forales. Estos campesinos eran demandados por José María Santorum, que llega a esgrimir una pistola amenazando a los presentes, pero le hacen frente y tiene que huir para evitar ser apaleado.

Las luchas y triquiñuelas caciquiles quedan reflejadas en el reparto del impuesto de consumos, que es un impuesto que globalmente se asigna a cada municipio por la Diputación Provincial en función de ciertos índices de riqueza. Posteriormente cada Ayuntamiento crea una comisión para repartirlo entre los vecinos en función de su capacidad económica. Es aquí donde aparece la arbitrariedad del cacique para repartir injustamente el impuesto favoreciendo a unos y perjudicando a otros. El artículo de La Zarpa de 10/09/1922 ilustra perfectamente estos conflictos:

La revolución Gloriosa (1868) que traería la Primera República a España

“En Nogueira de Ramuín
Cuando los caciques observan que en el municipio en donde actúan tan perniciosamente para los intereses de los vecinos, dirigiendo todas las funciones del Ayuntamiento, nace una sociedad en que va a discutirse su conducta y fiscalizar sus hechos, entonces discurren los medios de acercarse con venganzas a los hogares de los asociados, para conseguir la desorganización.
Conocidos son los repartos de consumos, que a capricho del Guindilla se hacen en este Ayuntamiento, en los que con cuotas injustas lleva hambre a la casa de humildes contribuyentes y les hace caer en las garras de la usura, sin que en ninguna ocasión sienta el remordimiento que debía producirle tanta infamia.
Pero aún parecen pocos estos viejos procedimientos al indigno jefecillo conservador y uno nuevo se le ocurrió poner en práctica, y es este el arreglo de caminos por medio de prestación personal, que antes se hacía los días necesarios a la conservación de las vías públicas y en épocas que las faenas del campo no apremiaban a los agricultores, y ahora acordó que se realicen continuamente y en los días en que el abandono de los trabajos del campo irroga serios perjuicios a las gentes.
En la parroquia de Armariz, es en la que especialmente fijó su atención el despreciable monterilla, y al efecto nombró alcalde de barrio a José Pérez (a) Delgado, y por disposiciones desconocidas, capataz a Manuel Sampil (a) El Colorado, ambos instrumentos ciegos en cuanto se trata de secundar las órdenes del tratante de carne humana, pues si al primer aviso el Delgado aparece citando a los vecinos para trabajar días por prestación, el Colorado aparece en los caminos dando direcciones, tomando antes lista, y si alguno por ocupaciones perentorias falta, entonces no hay perdón, paga cinco pesetas de multa y tres pesetas en metálico.
Las tres pesetas no quisieron ingresarlas los multados, porque siendo impuestas el día que no asisten y no estando en el acto jornalero que los sustituya, temen que los doce reales sirvan para emplearlos en reparar las fuerzas de estos personajes, que nada hacen durante el día.
Seguro estamos de que, como en los demás Ayuntamientos, ha de haber en los presupuestos municipales la consignación de cantidad para limpieza de fuentes, arreglos de caminos púbicos, etc., pero no se conoce la aplicación que de esa partida se hace, aunque se cree que correrá la misma suerte que las asignadas para elecciones a concejales, diputados provinciales y a Cortes, que saliendo estos por virtud del pucherazo, serán una fuente de ingresos para el desahogado cacique.
El pueblo se va cansando de sufrir tantos abusos y advertimos al Guindilla que recuerde aquel adagio, de lo que no ocurre en un año, puede suceder en un día.- Dirac.”


Alegoría de la Primera República Españala de 1873

Los abusos en el reparto del impuesto de consumos quedan evidenciados también en el artículo de El Pueblo Gallego del 18/09/1931, denunciando los vecinos que no aparecen algunos vecinos incluidos en dicho reparto, en perjuicio del resto:

“Nogueira de Ramuín - Un caso de caciquismo
Requerido por don Perfecto Rodríguez Lorenzo y don Nicanor Álvarez Lorenzo, se personó en el Ayuntamiento de Nogueira de Ramuín, el notario don Cándido Cambó para dar fe de las anormalidades que existen en el repartimiento de utilidades de dicho municipio; dando por resultado dicha inspección, que en la parroquia de Armariz ni figuran 26 individuos en el mencionado repartimiento, así como también varios maestros y maestras del municipio.
Todas estas anormalidades se le deben al primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, el cual hizo dicho repartimiento.
Llamamos la atención de la autoridad correspondiente, a fin de que intervenga en el asunto, y sea irremisiblemente destituido dicho cacique.”

 


Caricatura de la reina Isabel II, después de abdicar, camino de su exilio en París
Insistiendo en las irregularidades en el reparto del impuesto de utilidades, vemos otro ejemplo de parcialidad y caciquismo reflejado en el artículo de El Pueblo Gallego del 09/10/1931:

“Nogueira de Ramuín - Reuniones privadas
Bajo la presidencia del cura de Armariz, se reunió el día 3 en la Casa Consistorial, la junta general del Repartimiento de utilidades, asistiendo a ella con el carácter de vocales, el cura de Moura, el juez municipal y el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, el cual  sacó un artículo de su propia cosecha, autorizando a dicha junta para celebrarla reunidos a puerta cerrada, como así lo hicieron, a pesar de protestar numeroso público; también asistieron varios individuos con carácter de vocales, no perteneciéndole ocupar dichos cargos, a unos por no ser contribuyentes y otros por no firmar dicho Repartimiento.”


Los abusos que tradicionalmente quedaban impunes, empiezan a ser contestados por el pueblo, cansado de ser explotado permanentemente. Un ejemplo lo tenemos en el artículo aparecido en el periódico La Lucha del 05/09/1931, donde se protesta por el fraude en el peso del pan, artículo de primerísima necesidad:

“¡Señor Gobernador!
El principio de Arquímedes aplicado al pan
Un kilogramo de pan cocido en el horno de Eliseo Fernández, de Armariz (Nogueira de Ramuín), no sufre empuje alguno, sino que pierde de peso unos 300 gramos.
Este parásito, señor, está defraudando a la humanidad de una manera vergonzosa, vendiendo 700 gramos por kilo; además, no cuece bien el pan para que pese más, y el pan así, medio crudo, es un veneno activo, y nadie está dispuesto a morir intoxicado; de esto podemos deducir una nueva fórmula para el Sistema Métrico Decimal y es ésta: un kilogramo, 700 gramos.
No estamos en los tiempos en que reinaba "el fresco" durante el verano en San Sebastián y en el invierno en Madrid, por lo tanto es urgente que se le imponga la corrección necesaria a este señor, por el doble delito de atentar contra la salud pública y contra sus intereses.
¡Señor Gobernador!”



Cánovas y Sagasta, líderes de los partidos Conservador y Liberal que se alternaron en el poder

Pocos, de entre los componentes de las fuerzas vivas de la parroquia, quedan libres de actitudes caciquiles, como se acredita en el siguiente artículo de La Lucha del 26/09/1931, donde se cuestiona el comportamiento de párroco:

“Señor Ministro de Justicia
El cura de Armariz (Nogueira de Ramuín) se dedica a talar los castaños que existen en los diestrales, no sabemos con qué fin lo hace. Lo más probable es que sea con el fin de vender la madera y meterse unas pesetillas en el bolsillo; porque a pesar de estar sumamente rico, su única ambición es el dinero.
Otro caso curioso ocurrió a raíz de los sucesos de Diciembre. Temiendo a que entrase la República (entiende este señor por República el reparto de tierras), vendió las leñas de una robleda que formaba parte de los diestrales, cuyo valor era superior a 1.000 pesetas, por la insignificantes suma de 150 pesetas.
Llamamos la atención del Sr. Ministro para que intervenga en el asunto y ponga coto a estos abusos.”



También el maestro hacía gala de su posición de privilegio, desatendiendo sus obligaciones escolares, como se refleja en el siguiente artículo de La Lucha del 03/10/1931:

“Para el Inspector de primera Enseñanza Sr. Couceiro
El Maestro de Armariz (Nogueia de Ramuín), José Blanco, se dedica al hermoso deporte del caciquismo, para lo cual emplea parte de la semana y no abre la escuela; unas veces dice a los niños que está muy ocupado, otras que tiene que ir al Ayuntamiento para confeccionar el Repartimiento de Utilidades y varias veces que fue a la inmediata parroquia de Loña a trabajar a los vecinos para que pidan una carretera que pase por delante de la casa del mencionado señor. Llega a tal extremo el cinismo de este cacique, que en la semana pasada solo tuvo escuela dos días.
Este señor es el mismo que el día 15 de abril dijo a unos que en la noche anterior dieron vivas a la República. "Como non sea certo que entrou a República, habedes de ir a Mahón".
Hay que poner coto a estas imbecilidades.
¡Señor Inspector!”


Finalmente incluyo en el Anexo 5 el detalle de los colegios electorales para que tengamos una idea de cómo se distribuían los lugares de votación, que no deja de ser curioso. Se componía de tres distritos que se desglosaban en cinco secciones o colegio electorales.


El caciquismo estuvo presente durante todo el período de la Restauración


4 – El coro de la Sociedad Agraria de Armariz, o Coro Agrario de Armariz

Otra de las sorpresas que me deparó la investigación de la prensa de la época, fue descubrir que en la agrupación de agraristas de nuestra parroquia se formó un coro de voces femeninas. Esta agrupación vocal interpretaba diversos himnos en los mítines celebrados en el municipio y otros circundantes. Entre las canciones que figuran indicadas en distintas publicaciones se mencionan la Marsellesa, el himno de Acción Gallega y otros de significado carácter reivindicativo o tradicional.

En el mitin celebrado en Luintra, recogido por el periódico La Zarpa del 08/11/1921, figura el siguiente comentario a su actuación:

“Al despedir a los oradores, y mientras se desbordaba el entusiasmo de la concurrencia que rompía en vítores y aclamaciones, un coro de bellísimas jóvenes de la sociedad agraria de Armariz, cantó con mucha afinación y gusto el himno agrario. El himno tiene unas viriles estrofas escritas en lengua gallega. Las muchachas fueron ovacionadas. Basilio Álvarez tuvo que dirigir nuevamente la palabra a la multitud que no cesaba de aplaudir a los propagandistas.”

En el Mitin del Pinto figura otra reseña a la intervención de nuestro coro, recogido en La Zarpa del 12/11/1921.

“El Coro Agrario de Armariz
Esta agrupación, que, al llegar los propagandistas los obsequió cantando, con música de la Marsellesa y un vigoroso himno agrario, al concluir el acto dedicó al abad de Beiro unas coplas gallegas improvisadas, entre el entusiasmo y los aplausos de la numerosa concurrencia.
Basilio Álvarez felicitó al coro de Armariz, en el cual figuran bellísimas jóvenes de este pueblo, por la afinación y gusto con que cantaron.”


Su intervención en los mítines fue tan destacada que pronto se tomó como modelo para crear otros grupos musicales en otras agrupaciones, como se recoge en La Zarpa de 01/01/1922, relativo a una noticia de la agrupación de O Pereiro, donde dice:

“… También lleva esa comisión el mandato de hacer presente al Comité que esta colectividad ha formado un coro agrario el que desea debutar cantando sus estrofas en un intermedio del mitin, pues al igual que el de Armariz lleva impregnados en sus cantos el profundo amor a Galicia y el entusiasmo por los ideales del partido agrario.”

Sátira de la lucha por el  trono entre los distintos pretendientes

La actividad del coro, en un inicio solo orientado a los clásicos himnos sindicalistas, amplió su repertorio llegando a intervenir en las celebraciones de la fiesta de Los Milagros.

El himno gallego ya se cantaba en reuniones nacionalistas y agraristas en esa época de forma habitual. El texto es una versión reducida del poema de Eduardo Pondal “Queixumes dos Pinos”, conocido desde 1890.



Uno de los himnos que cantaban en todos los mítines era el correspondiente de Acción Gallega, que fue reproducido en el periódico La Zarpa del 27/07/1922, del que es autor Ramón Cabanillas, con el siguiente texto, claramente revolucionario:

Himno de Acción Gallega

¡Hirmáns! ¡Hirmáns gallegos!
¡Dende Ortegal ó Miño
a folla do fouciño
fagamos rebrillar!

¡Qué vexa a Vila podre,
coveira de canalla,
a Aldea que traballa
disposta pra loitar!

Antes que ser escravos,
¡hirmáns, hirmáns gallegos!
que corra a sangre a regos
dend-a montaña ó mar!

¡Ergámonos sin medo!
¡Que o lume da toxeira
envolva na fogueira
ó pazo señorial!

¡Xa o fato de caciques,
ladróns y herexes, fuxe
ó redentor empuxe
da y-alma rexional!

Antes que ser escravos,
¡hirmáns, hirmáns gallegos!
que corra a sangre a regos
dend-a montaña o val!


La financiación de la iglesia fue uno de los grandes temas del siglo XIX


Anexo – 01 - La Zarpa - 08/11/1921

“El mitin agrario de Luintra
El Gobernador concede autorización para celebrar el comicio que el alcalde de Nogueira de Ramuín niega, pero Basilio Álvarez habla a las muchedumbres.
A las once salieron para Luintra los propagandistas orensanos Manuel Suárez, Juan Carid y Basilio Álvarez.
Hasta Celeiros, realizaron el viaje en el auto de La Zarpa. Allí esperaba a los agitadores la sociedad de Carballeira y Viñoás en pleno, con su bandera al frente.
Una salva de bombas anunció la llegada de los oradores, que abandonaron seguidamente el auto para trasladarse a Luintra en sendas caballerías.
A medida que iban verificando la ascensión, de los pueblecillos enclavados en la vertiente de la gran montaña, iban saliendo enormes muchedumbres de agrarios que saludaban a los excursionistas con estruendosas salvas de cohetes. En cada cerro, grupos de agrarios daban vivas y aclamaciones.
A la una de la tarde, la manifestación que se fuera engrosando en términos asombrosos, hacía su entrada en el Campo de la Feria de Luintra, que era el lugar señalado para celebrar el mitin.
Cuando los propagandistas echaron pie a atierra, un oficial de la guardia civil que mandaba a los treinta miembros del Instituto destinados a mantener el orden en la fiesta ciudadana, acercose a Basilio Álvarez y le dijo que quería conferenciar con él breves minutos.
El teniente de la guardia civil mostró al abad de Beiro dos comunicaciones del alcalde de Ramuín prohibiendo la celebración del mitin.
Basilio Álvarez manifestó al oficial que nada significaban aquellos oficios porque el Gobernador civil, superior jerárquico del Monterilla, había concedido autorización para celebrar el mitin. Y para colmo, antes de que el Gobernador se decidiese a pronunciarse en favor del permiso, había cambiado impresiones con el alcalde de Nogueira, Sr. López de Neira. Ésas, al menos, fueron las manifestaciones del Sr. Rosón a Basilio Álvarez, cuando el viernes por la noche le llamó para notificarle que se podía celebrar el mitin.
Insistió el oficial en que el mitin de ninguna manera podía celebrarse. Y mantuvo enérgicamente Basilio Álvarez su derecho en pro de la celebración.
- Si el mitin se celebra -añadió el teniente- me veré en caso de emplear la fuerza pública para disolverlo.
- Usted puede hacer lo que quiera, -repuso Basilio Álvarez-, pero a mí solo matándome podrán impedir que yo dirija la palabra al pueblo.
Después de este diálogo, un tanto vivo, invitó el oficial a Basilio Álvarez para que una comisión de agrarios fuese a San Esteban de Ribas de Sil a verse con el alcalde por si quería revocar la orden. De sobra sabían los agrarios que ni el alcalde estaba en su casa ni que aun estando iba a revocar una medida que tan en derechura iba hacia su estómago caciquil.
Y mientras los propagandistas almorzaban, salieron para San Esteban a entrevistarse con el alcalde el compañero de la sociedad de Armariz Vicente Gómez, acompañado de los camaradas de Viñoás José Rodríguez Pombar y Vicente Alonso.
A las dos estaban de regreso, sin poder echarle la vista encima al Guindilla, como estaba descontado, pero, en cambio, por si los oficios que el teniente de la benemérita mostraba eran pocos, todavía el secretario del Ayuntamiento les entregó otro que reproducimos a continuación como modelo de literatura rufianesca:

La denuncia de la manipulación electoral fue ampliamente difundida por la prensa

"Con esta fecha dicté la siguiente providencia - Dado cuenta y
- Resultando que recibida ahora la precedente comunicación e instancia a que la misma se refiere por la cual Vicente Gómez Domínguez de Armariz solicita del Sr. Gobernado Civil autorización para celebrar un mitin de carácter agrario, afirmando en la instancia que con fecha veintidós del actual solicitó el permiso correspondiente de esta Alcaldía, a presencia de los vecinos José Antonio Álvarez y Lisardo Álvarez
- Resultando que esta Alcaldía no tuvo antes de ahora conocimiento oficial de la celebración de tal mitin ya que ni por Vicente Gómez Domínguez ni por ningún otro se interesó autorización alguna y es falsa la afirmación que se hace en contrario y que sin duda es norma de algunos vecinos de Armariz ya que para otro mitin celebrado el primero de Mayo del cual no tuvo conocimiento esta Alcaldía hasta después de celebrado, se acudió al Sr. Gobernador con escrito en que se hacía falsamente análoga afirmación respecto de esta Alcaldía.
- Considerando que la Ley de reuniones concede a esta autoridad la facultad de autorizar o denegar aquellas, y establece los trámites todos a seguir, ninguno de los cuales se ha cumplimentado por el Vicente Gómez Domínguez
- Considerando que dada la proximidad de la hora de las dos de la tarde no puede esta Alcaldía por falta material de tiempo resolver con conocimiento de causa
- Vengo en acordar denegar la reunión o mitin, no autorizando por tanto su celebración a las dos de la tarde de hoy.
Y se la notifico a V. a los efectos oportunos.
Dios guarde a V. muchos años.- Nogueira 30 de Octubre de 1921.- El Alcalde, Gumersindo Rodríguez López de Neira.
- Señor D. Vicente Gómez Domínguez.”

En el fraude electoral se alteraban las listas, añadiendo fallecidos para sumar votos a las urnas.

Volvió el oficial a insistir en que no podía celebrarse y volvieron los propagandistas a hacerle ver la necesidad de celebrarlo con nuevos razonamientos. Manuel Suárez dijo al teniente que lo que intentaban hacer los caciques era una canallada intolerable.
A todo esto las gentes de aquella vastísima comarca iban invadiendo el amplio campo de la feria. La multitud era enorme.
De Villar de Cerreda entraba en el campo la directiva de la Sociedad, con toda la parroquia, sin faltar un vecino. Estaba la Sociedad de Carballeira y Veñoás, con su bandera. Los agrarios de Armariz también con la suya al frente. Los de Villar de Ordelles, Santa María de Melias, Cobas y Triós, Faramontaos y Santa Cruz de Rubiacós lucían asimismo las enseñas de sus colectividades.
De San Miguel del Campo, solo estaba una Comisión porque celebraban con una fiesta ciudadana el segundo aniversario de la fundación de su Sociedad. De Penseos concurrió la directiva y gran número de agrarios y lo mismo de Loña del Monte, del Pinto, Nogueira, San Esteban, Rocas, Pereiro y Villarino. Había agrarios hasta de Tibianes.
Por fin accedió el teniente a que Basilio Álvarez dirigiese su palabra a las muchedumbres. A las tres de la tarde subía a la tribuna el popular agitador.
He aquí su discurso, que hoy reproducimos para divulgar la catadura moral de aquellos granujas. Tampoco tenemos a mano otra sanción mejor para atajar el cinismo presidiable del Guindilla.


El clero tuvo gran incidencia en la vida política de la Restauración

El discurso de Basilio Alvarez:

"Agrarios: Cuando ascendíamos por esa ingente montaña que no tiene más vestigio civilizador que el que vuestros pies van dejando a medida que trepáis, yo pensaba que arriba, en este nidal del caciquismo agonizante, había solo ladrones redomados. Lo que no me cabía en la cabeza era que además de rateros, tuviesen la audacia de plantarse en el Gobierno Civil para intentar arrebatar al poncio su traje de caballero. Hasta ahora, como la formalidad era una característica de nuestra raza, nuestros caciques eran formales aun en los momentos de sus fraudes. Hoy son rufianes hasta cuando pasean.
El gobernador, como sabéis, nos había dado permiso para celebrar este acto, pero llega hoy el alcalde, y nos lo quita. Si nosotros fuésemos unos borregos que viviésemos tomando por buenas las tretas rurales del año 80, ahora culparíamos al Guindilla porque no se burlaba de nosotros con procedimientos inéditos, ya que al arrullo montaraz de estos rebuznos, se fue forjando la política de esta provincia. Pero es que además, nosotros no queremos ver solo en el síntoma el desenfreno tradicional de estos salvajes. Siempre fue iconoclasta el espíritu de nuestros caciques, pero, hoy que ven que se les escapan para siempre los salvados, son capaces de llegar a la sedición y de barrenar todas las disciplinas con tal de que alguien interrumpa sus gruñidos al pretender sacarles las patas de la masada.
Este Monterilla de Ramuín quiso burlarse del gobernador y de todos nosotros. Perillán de cuadra, pretendió reírse de la palabra dada al gobernador al compás socarrón de una cazurrería averiada. Es posible que ahora esté echando manos a la boca para detener el aliento puerco de su bárbara carcajada. Puede también que esté enderezando la palanqueta con que todas las noches fuerza vuestras puertas, porque este galopín sin solvencia moral ni económica - lo robado no dura una hora - precisa afanar todos los días unas pesetas que suenen por Orense y cascabeleen encima de su oquedad espantosa.
¿Y sabéis por qué no le convenía este mitin? Para que no se enterasen las gentes de lo presidiable de esta administración municipal y de la angustiosa soledad en que se mueve.
Abrid, si no, el mapa de este populoso municipio, que a lo largo de las cruces que señalan vuestro calvario, veréis la zarpa ensangrentada de estos bandidos.
No hay en cuatro leguas a la redonda una carretera que muestre su franja liberadora. Ni un edificio para escuela, ni una granja, ni un triste puente, ni un médico, ni un veterinario, ni una fuente pública. ¡Pero en cambio hay impuestos de consumos que desgarran todo sentimiento de justicia al compás de las venganzas caciquiles, y cédulas personales que responden a sus falsedades, y cuotas de extraordinario y tributos de sangre en prodiga oleadas, y prestaciones personales, y tres esbirros siempre propicios a estrangular vuestros sufragios o confeccionando unos presupuestos donde solo el capítulo de ingresos tiene la virulencia de una clara exacción, porque el de gastos se desparrama, mando y taimado, por las casas de los caciques y lleva salpicaduras suculentas a los hogares de los políticos, amparadores de estos latrocinios!.
¡De esos políticos sin conciencia y sin entrañas, que al alzarse agudo y áspero el problema de los foros, faltoles tiempo a los desventurados para correr hacia los pazos del señorío y ponerse resueltamente a su lado!.
¡Es lo mismo, porque los enterraremos a todos juntos! Vosotros teníais en el fondo de vuestras almas un proyecto de solución que traía la sobriedad de un postulado expresado en la justicia de estas dos palabras: ¡No pagar! y tardasteis mucho en mostrarlo a la luz del día, porque honradísimos y buenos, creíais que los gobernantes pondrían en otro proyecto redentor las dulzuras a que vuestras demandas eran acreedoras. No sucedió así, porque el desdén de los políticos marchó al compás de la voracidad insaciable de los perceptores de rentas forales. Ahora, sus lacrimeos llegan tarde. ¡Cuatro siglos de estafas ensartadas en generaciones sucesivas, ya son estafas! ¡No pagar! ¡Y el grito vuelve hacia vosotros triunfador, porque no hay cartas forales, ni observancias de pago, ni ficciones consuetudinarias que galvanicen una verdadera infamia social!
Al llegar a esta parte de su discurso fue invitado por el teniente de la guardia civil a que abandonase la tribuna. Basilio Álvarez, accedió.


Gobierno Provisional de 1869, presidido por el General Serrano

LAS MUJERES AGRARIAS
El entusiasmo entre el elemento femenino crece por momentos. Al mitin de Luintra, habían acudido muchísimos centenares de mujeres que rivalizaban y aun aventajaban a los hombres en su fervor por la causa agraria.
Al despedir a los  oradores y mientras se desbordaba el entusiasmo de la concurrencia que rompía en vítores y aclamaciones, un coro de bellísimas jóvenes de la sociedad agraria de Armariz, cantó con mucha afinación y gusto el himno agrario. El himno tiene unas viriles estrofas escritas en lengua gallega. Las muchachas fueron ovacionadas. Basilio Álvarez tuvo que dirigir nuevamente la palabra a la multitud que no cesaba de aplaudir a los propagandistas.
Efectuaron el regreso por Armariz, Faramontaos y San Miguel de Campo, porque en este último pueblo celebraban los agrarios el segundo aniversario de la fundación de la sociedad, y querían que Basilio Álvarez les pronunciase un discurso.

Siete tazas.- Otro discurso de Basilio Álvarez
No querían caldo los caciques de Nogueira, y tuvieron que resignarse a tragar siete tazas.
Al anochecer hacían su entrada en San Miguel del Campo, Juan Carid, Manuel Suárez y Basilio Álvarez.
El pueblo en masa esperaba a los propagandistas a la entrada con una banda de música que tocó la Marsellesa en cuanto aparecieron los agitadores. Al frente marchaban los agrarios con las banderas de Cobas y Triós, y San Miguel del Campo.
Luego Basilio Álvarez dirigió la palabra a la multitud. Su discurso duró una hora. El entusiasmo fue delirante.
A las ocho y media de la noche llegaban los propagandistas a Castadón donde el auto de la Zarpa los esperaba para trasladarlos a Orense.”


Anexo 02 - La Zarpa - 29/01/1922

“En Nogueira de Ramuín
Hoy los valientes camaradas de Nogueira de Ramuín, se presentarán ante la Junta municipal del Censo de aquel Ayuntamiento, al objeto de proclamar los candidatos que han de luchar en las próximas elecciones municipales.
Y es que estos campesinos de Nogueira que tienen toda una historia de sacrificios, se aprestan a una lucha electoral con toda la fuerza de su organización potentísima.
En toda aquella comarca jamás se pudo ejercitar el derecho de ciudadanía.
El caciquismo supo siempre con sus maquiavélicas artimañas, estrangular el espíritu redentor del pueblo, en aquellos momentos en que cansados de tanto sufrir, se acercaban a las urnas para llevar a los organismos oficiales aquellos hombres que eran los únicos que ostentaban la investidura popular.
Hoy no ocurrirá así; para evitar que el cacique siga realizando sus "pucherazos" se preparan estos queridos amigos.
Los agrarios de Armariz, San Miguel del Campo, Faramontaos, Villar de Cerreda y todos los del municipio, acudirán el próximo 5 de febrero a las urnas, con un espíritu de disciplina en ellos característico.
El triunfo es indiscutible, pero si el granuja, ante la inminente derrota pretende volver agarrotar este hermoso acto de ciudadanía, el pueblo cansado de sufrir sabrá imponer sus deberes de hombres y de ciudadanos.”

Alegoría de España disputada por la Monarquía y la República

Anexo 03 - La Zarpa - 18/02/1922

“En Armariz
Una de las sociedades agrarias que cuenta con mayor número de afiliados es la de Armariz, y a pesar de esto la solidaridad que la preside puede servir de norma a muchas organizaciones que dado sus pocos asociados tenían que unirse estrechamente para que los trabajos colectivos fueran de eficacia y obtuviesen los triunfos que se obtienen con la suma de voluntades.
Como los hechos no dejan lugar a duda, lo ocurrido el día 15 demuestra un éxito más debido a la solidaridad de estos agrarios; venían siendo amenazados por José María Santorum, con una demanda sobre reclamación de renta foral, y en efecto el 15 fueron llevados al juzgado ocho vecinos de Santa Cruz de Rubiacós que comparecieron a la hora señalada, pero no lo hizo así el Santorum que se puso por montera al Tribunal y llegó cuando le vino en gana, aunque ya era tarde porque el Tribunal, cumpliendo con la ley, declara el desistimiento imponiéndole las costas.
Acompañaban a los ocho demandados los compañeros de las sociedades de Armariz, Villar de Cerreda, los vecinos de la parroquia de Santa Cruz y otras que aun cuando no tienen organizaciones simpatizan altamente con la causa agraria, todos los cuales permanecieron en actitud serena y respetuosa.
No estaba conforme el Santorum con la presencia pacífica de los campesinos, y cuando se hallaban Avelino Rodríguez, Luis Gómez, Domingos Rodríguez, Antonio Rodríguez, Avelino González y Martín Blanco, vecinos de Villar, sacó una pistola amenazándolos con ella, hecho que presenciaron las autoridades  con una pasividad envidiable.
Como reclamación de 97 ferrados y medio con diez pesetas de derechuras por las anualidades de 1920 y 1921, que excedían de la cuantía de 500 pesetas en que el juzgado puede entender, había despertado espíritu adverso al Santorum, colmó la medida el hecho de sacar la pistola, pues si el Valentón no se cobija en casa de Constantino Carabinas, hubiera cobrado sin demandar, un foral a prorrata, de madera del país.
Supónese que el Santorum no volverá a molestar al vecindario, porque pudiera suceder que llevase de sus quijotadas peor escarmiento que al inmortal hidalgo en la Mancha le dieron las aspas de los célebres molinos de viento.- Un agrario.”

Sátira que muestra una escuela para los cantonalistas para corregir sus excesos

Anexo 04 - La Zarpa - 20/03/1923

“El grandioso mitin de anteayer en Luintra (domingo 18 de marzo de 1923)

LA VOLUNTAD REDENCIONISTA
Si no se anticipasen otros actos a poner de manifiesto el enorme entusiasmo que reina en todo el campo agrario del distrito de Orense con motivo de la contienda electoral que se avecina, bastaría para demostrarlo el mitin de Luintra, y para demostrarlo de una manera elocuentísima y grandiosa.
Aun teniendo en cuenta el inmenso fervor de las masas agrarias, que se agrupan con una decisión ejemplar bajo el simbolismo redentor de sus banderas y alrededor de quien es la encarnación más genuina y resplandeciente de su verbo, no se esperaba que el acto de Luintra revistiese una brillantez tan extraordinaria y lo saturase una emoción tan honda y enternecedora.
Las anfractuosidades del terreno por donde el paso humano fue trazando un sendero y lo abrupto de las montañas, eran circunstancias poco propicias para que esta fiesta ciudadana registrase la nota entusiasta del agrarismo en aquellas tierras.
Sin embargo, fue así. El esplendor inusitado de este comicio habla del hervor de las huestes agrarias y de sus anhelos de emancipación en términos que sobrepujan a toda expresión literaria. Gentes de toda la comarca y de los pueblos diseminados en una larga extensión, algunos de ellos a gran distancia del lugar en que se celebraba el mitin, acudían en numerosos grupos por una y otra parte, ofreciendo el espectáculo hermoso y emocionante de una peregrinación de ciudadanos que piden eternamente, sin que nadie los oiga, estas dos solas cosas elementales en la sociedad civilizada: pan y justicia.
Según habíamos anunciado oportunamente, el domingo se celebró en el campo de la feria del pueblo de Luintra, Ayuntamiento de Nogueira de Ramuín, un grandioso comicio de propaganda electoral de los organizados por el Comité de la Federación provincial agraria.

La sátira de la revista La Flaca, muestra el manicomio que era la vida política del momento

La marcha
A las once de la mañana salieron para dicho punto en el automóvil de LA ZARPA el candidato proclamado por las Sociedades agrarias del distrito de Orense Basilio Álvarez, a quien acompañaban el vicepresidente de la Federación provincial Herminio Docabo, el contador de dicho organismo Manuel Picouto y nuestro compañero de redacción Aser do Campo.
Durante los once kilómetros que hubo que recorrer de carretera se pudo observar grandes grupos de agrarios que por aquellas montañas se dirigían al sitio designado para celebrar el comicio.

En la Carballeira
El estampido de las bombas nos anunció la llegada a la parroquia de la Carballeira.
Aquellos valientes luchadores recibieron a Basilio Álvarez con una gran ovación.
Poco después llegó también, con objeto de acompañar al líder agrario a Luintra, una comisión de la veterana Sociedad de Armariz, a cuyo frente iba su secretario el entusiasta agrario Vicente Gómez.

Hacia Luintra
Después de un breve descanso y luego de visitar el sitio en donde ha de construirse la casa-escuela de los agrarios de la Carballeira, merced a los donativos de los hijos de aquel término residentes en América, púsose en marcha la comitiva.
Dos horas duró la caminata para llegar al lugar en donde había de celebrarse el mitin.
Dos horas trepando por aquellas montañas, por unas corredoiras infames que ponen de manifiesto el abandono, la incuria en que tiene sumidos a los pueblos el bárbaro caciquismo que pesa sobre esta tierra.
Y no bastó que los rayos del sol de este mes de marzo quemasen nuestros cuerpos, ni que lo accidentado y brusco del terreno nos torturase de continuo, cuan mayor era el sacrificio, mayor era el entusiasmo que todos poníamos para conseguir la liberación de Galicia.
Los nueve o diez kilómetros de rudo caminar fueron para nosotros un acicate en esta cruzada de redención.
El espectáculo que ofrecía el paso de la comitiva, era de una intensa y viva emoción.
Entramos en el pueblo de Nogueira, en donde reside el mayor forero de aquellos contornos. Los labriegos al divisar la casa residencia del que anualmente arrebata los frutos que produce la tierra empapada por el sudor del campesino, prorrumpieron en apóstrofos contra tan odioso impuesto.
Allí se unió a la comitiva Manuel Alonso, que a pesar de las persecuciones de que es víctima constantemente del caciquismo, sostiene con la fe del convencido los ideales agrarios.
Antes de llegar a Luintra encontramos a los consecuentes camaradas de Santa María de Melias con su bandera al frente.
Se saludan las banderas de Carballeira y Santa María de Melias y nuevamente se repiten los vítores y aclamaciones a Basilio Álvarez
Y a Galicia libre.

En Luintra
El disparo de una salva de bombas, anuncia la llegada de la comitiva al pueblo de Luintra.
Basilio Álvarez y sus acompañantes se dirigieron a casa del industrial Antonio Rodríguez Casanova, que tantos fervores siente por la causa agraria.
En aquella casa se les sirvió una espléndida comida, admirablemente servida y con la distinción que siempre caracterizó a tan simpática familia.
En la sobremesa departieron breves momentos con Basilio Álvarez las directivas de las organizaciones de aquel Ayuntamiento, reflejándose durante la conversación el entusiasmo que asiste en todo el distrito ante la próxima lucha electoral.

Sátira de la llegada de la Primera República, de la que todos pretendían aprovecharse, terminando en el incalificable desastre del cantonalismo.

EL ACTO

La concurrencia
Poco antes de la hora anunciada, la concurrencia que se aglomeraba en el amplio y espacioso campo de la feria era enorme.
Mujeres, niños, hombres, ancianos, todo lo que representa la Galicia que produce, que siente y que trabaja, la Galicia agraria, se había congregado en torno de la tribuna para escuchar a los oradores.

Bandera y comisiones
Entre la muchedumbre se destacaban las banderas de Armariz, Cobas y Triós, Carballeira, Santa María de Melias y nutridísimas comisiones de Eiradela, Villar de Cerreda y de todos los pueblos comarcanos.

El desgobierno condujo a un pueblo hambriento y un país destrozado

Las jóvenes de Armariz
Un nutridísimo y bien afinado coro de bellas jóvenes de Armariz, cantaron antes y después de terminado el comicio un himno agrario, que fue escuchado con religiosidad por todos los concurrentes.
Esta nota bellísima, de emoción conmovedora, fue acogida con grandes manifestaciones de simpatía y afecto.

La tribuna
Desde el balcón central del soberbio edificio que en el ferial posee Antonio Rodríguez Casanova y que cedió galantemente a los organizadores del mitin, dirigieron la palabra al público los oradores.
Con éstos subieron también a la presidencia, las directivas de las organizaciones que asistieron al comicio.

Vicente Gómez
Es secretario de la veterana sociedad de Armariz y uno de los más caracterizados propagandistas del Ayuntamiento de Nogueira de Ramuin.
El camarada Gómez comienza dirigiendo un saludo cariñoso a todos los agrarios que concurrieron al comicio.
Ensalza la figura de Basilio Álvarez, a quien Galicia entera le debe este resurgir liberador.
Hace la presentación de los demás oradores y aconseja a todos el cumplimiento del deber, votando la candidatura agraria, porque ello -dice- no solo significa la liberación de los agricultores de Orense, sino también el derrumbamiento del odioso caciquismo gallego.
Al terminar Vicente Gómez su razonado discurso, fue objeto de una calurosa ovación.

Conflicto constitucional entre los partidarios de una República Unitaria o Federal

Herminio Docabo
El vicepresidente de la Federación provincial pronunció una brillante oración.
Sus palabras, arrancadas del corazón, de la fe y el entusiasmo que consagra a esta gran obra de redención campesina, son un apóstrofe, una viva condenación para estos caciques  que tienen a Galicia unida a la más dolorosa esclavitud.
Habla del vivir campesino, de sus vicisitudes, de los atropellos y vejámenes de que son objeto constantemente los hombres del agro.
En párrafos vibrantes señala la conducta que deben seguir los campesinos para obtener su liberación.
Recomienda a todos que, llegado el momento, concurran como un sólo hombre a votar la candidatura de Basilio Álvarez, porque así lo han dispuesto los agrarios del distrito, y termina recitando unos vibrantes versos del inolvidable poeta Curros Enríquez, que producen honda emoción en el auditorio.
Fue muy aplaudido.

Aser do Campo
Nuestro compañero de redacción, después de dirigir un saludo afectuoso a las bellas jóvenes de Armariz, que supieron imprimir una nota de vivísima simpatía a este acto con sus hermosos cantos, dice que estos momentos son para los agricultores del distrito de Orense de una acción constante y tenaz.
De acción, porque en la próxima lucha electoral, el agro gallego, con los brazos en alto y los puños crispados, sabrá romper las cadenas que le aprisionan.
Hace historia de la labor que el caciquismo viene realizando en los organismos públicos.
Relata minuciosamente la actuación de los partidos históricos, que en constante contubernio venían usufructuando el poder, sin que jamás se acercasen al pueblo para hacerse eco de sus quejas y atender sus necesidades, hasta que apareció la figura del Basilio Álvarez, que, plantándose en mitad del agro, hizo resurgir este ambiente de ciudadanía y señaló el único camino de redención.
Invita a todos que voten la candidatura agraria, porque la figura de Basilio Álvarez en el Parlamento español representa las aspiraciones del pueblo gallego sintetizadas en estos lemas: cultura y libertad plenas, Tierra libre y administración honrada.

Alegoría sobre los enemigosy los males de la República

Manuel Picouto
Este venerable propagandista pronunció, como siempre, un elocuentísimo discurso.
Con profusión de detalles, reveladores de su cultura estadística, hace una exposición de los problemas palpitantes en Galicia en todos sus aspectos.
Dedica un elogio a la mujer gallega que sufre más de cerca los bárbaros rigores del caciquismo.
Define el programa de este movimiento de redención que en todo Galicia surge esplendoroso para la conquista de una libertad tan justa y tan santa.
Habla de la próxima lucha electoral y elogia la figura del gran agitador Basilio Álvarez, a quien las Sociedades agrarias del distrito de Orense tuvieron el orgullo de designarle candidato para que les represente en las futuras Cortes.
La elección de este ilustre camarada representa para toda Galicia, y muy especialmente para los orensanos, un timbre de honor y de gloria, porque llevan al templo en donde se forjan las leyes al gran pensador que lo puso todo en defensa de los oprimidos.
Termina aconsejando que todos deben contribuir a esta obra de redención, sacando triunfante de las urnas al caudillo del agrarismo, al que abraza en nombre de los agrarios gallegos.
Una ovación calurosísima acogió las últimas palabras de este infatigable propagandista.

Basilio Álvarez
Al aparecer en la tribuna el candidato popular, la muchedumbre le tributa una delirante ovación.
Basilio Álvarez pronunció un discurso maravilloso.
Durante una hora las gentes estuvieron pendientes de su palabra arrebatadora.
Sus reiteradas órdenes nos impiden dar a nuestros lectores un extracto de su admirable oración.

Mapa que muestra los principales caciques provinciales de España en la Restauración

A la terminación
Terminado el mitin, la muchedumbre rodeó a Basilio Álvarez, prorrumpiendo nuevamente en vítores y aclamaciones al candidato de los agrarios.
Las jóvenes de Armariz cantaron el himno agrario, que todos escucharon descubiertos.
Luego desfilaron ante el futuro diputado las directivas de Armariz con su presidente y secretario, camaradas Lisardo Álvarez y Vicente Gómez, y de Santa María de Mellas, Tomas Lorenzo y José Segade, presidente y secretario, respectivamente, un núcleo muy importable de Eiradela, a cuyo frente estaba el prestigioso agrario D. Serafín Blanco, otra de Villar de Cerreda y la directiva de Cobas y Triós, con su presidente y secretario a la cabeza.

El regreso
Después de conversar brevemente con todas las representaciones y comisiones, se emprendió el regreso hacia la capital.
Las gentes todas acompañaron a los oradores hasta la salida del pueblo, en medio de un gran entusiasmo.
Con los propagandistas vinieron las Sociedades de la Carballeira y Santa María de Melias.
Durante el trayecto que separa Luintra de la Carballeira las gentes hacían objeto a Basilio Álvarez de demostraciones de vivísima simpatía y adhesión.

Obsequios
Los agrarios de la Carballeira invitaron a los propagandistas.
Estos entusiastas luchadores hicieron presente a Basilio Álvarez el entusiasmo que reina en todos aquellos contornos ante la lucha electoral que se avecina.
Al llegar a Santa María de Melias, el pueblo en masa que esperaba a ambos lados de la carretera, ovacionó durante largo rato al futuro diputado.
Basilio Álvarez y sus acompañantes han sido atentísimamente obsequiados con un refresco por la Sociedad Agraria.
La despedida que tributó a los propagandistas el pueblo de Santa María de Melias fue en extremo emocionante.
Todos, absolutamente todos, no cesaban de dar vivas al diputado por el distrito, a Galicia redimida y al caudillo de las huestes agrarias.
Eran las nueve de la noche cuando los propagandistas hacían su entrada en la capital, después de asistir a estas grandes manifestaciones de ciudadanía que patentizaron una vez más la fuerza y la vigorosidad del agrarismo.”

Proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931 en Zaragoza

Anexo 05 - La Zarpa - 26/04/1923

Colegios, presidentes, adjuntos y suplentes, carterías y número de electores de cada sección.
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Ayuntamiento de Nogueira de Ramuín - Consta de tres distritos con cinco secciones.
 

Distrito num. 1 
Seccion 1ª., Priorato
Electores, 436.- Manuel Blanco Mosqura; suplente Modesto Rodríguez Marcos.
Adjuntos: Modesto Astray Blanco y Pedro Alonso Fernández.
Suplentes: Lisaro Santorum Rodriguez y Benito Villaverde Alvarez.
Corresponde votar en este Colegio a las parroquias de Armariz (entidad Requejo), Campo (entidades Gundiás y Penela), Moura y Nogueira.
Seccion 2ª.- Eiradela.- Electores, 426.- Colegio en casa de Matías Pato Pumar, en Viduedo.
Presidente, Gumersindo Fernández González; suplente, Claudio Rodríguez González.
Adjuntos: Segundo Carballo Martínez y Vicente Carballo Martinez.
Suplentes: Martín Rodríguez Vázquez y José Penedo Pérez.
Corresponde votar en este Colegio a las parroquias  de Campo (todas menos Gundiás, Penela y Malburguete), Carballeira, Faramontaos, Ribas del Sil (entidad Viduedo y Viñoás).
 

Distrito num. 2.
Sección única, Rubiacós.- Electores 465.- Colegio en casa de Severo Martínez Fuentefría, en Corte Cadela.
Presidente, Andrés Blanco Melón; suplente, José  Sierra Valcárcel.
Adjuntos: Jaime Álvarez Crespo y Evaristo Fernández Blanco.
Suplentes: David Rodríguez y Juan Domingo Rodríguez Rodríguez.
Corresponde votar en eso Colegio a las parroquias de Armariz (toda menos Requejo), Campo (entidad Malburguete), Loña (todas menos Villouiz y Rubiacós).


Alegoría de la Segunda República Española

Distrito num. 3

Sección 1ª, Villar.- Electores, 809.- Colegio en casa de Hijos de Angel Perez, en San Esteban.
Presidente, Gabriel Alonso Mosquera, suplente, José Sánchez Varela.
Adjunta: Modesto Andrade González y Bartolomé Domínguez Álvarez.
Suplente: Gumersindo Rodríguez López y José Villanueva Alonso.
Corresponde votar en ese Colegio a las parroquias de Loña (entidad Villouriz), Ribas del Sil (menos Viduedo) y Villar (entidades Loureiro, San Cibrao y Villar).
Sección 2ª.- Cerreda.- Electores, 231.- Colegio en casa de Manuel Rodríguez Rodicio, en Albergueira.
Presidente, Manuel Incio Gómez, suplente, Justo Pacios Campo.
Adjuntos: Blas Gómez Masid y Francisco Gómez Ramos.
Suplentes: Manuel Rodríguez Rodicio y Antonio Rodicio Incio.
Corresponde votar en este Colegio a las parroquias de Cerreda y Villar (entidad Parada).
La Estafeta habilitada para recibir los pliegos electorales de las seccione, es la de San Esteban de Rivas del Sil.

Alfonso XIII - Rey entre 1886-1931
 
Alfonso XII - Rey entre 1874-1885

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