D. Luis Blanco Iglesias – Alférez Provisional – Miembro de la División Azul – Muerto en combate en Rusia.
2016/11/16
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La casa donde se ubica la Asociación de Vecinos San
Ramón de Armariz, como todos sabemos fue anteriormente escuela de las chicas durante un
cierto período. Esta casa, según se cuenta, fue donada a la parroquia por D. José Pérez Delgado, si bien no he podido confirmar dicha donación. Esta antigua escuela tiene una lápida donde se puede
leer:
"Grupo Escolar Luis Blanco Iglesias – 1.920-1.942"
De igual modo, en la plazoleta de la Torre, en la verja
de la casa del que fue maestro del pueblo, D. José Blanco, también puede verse
otra placa que reza:
"Plaza del Alférez Provisional."
"Plaza del Alférez Provisional."
Voy intentar relatar someramente los datos que he podido
documentar a través de mis investigaciones en Internet y en distintas fuentes
documentales, acerca de una persona nacida en nuestro pueblo y muerta por sus
ideales en la lejana y fría Rusia.
D. Luis-Ceferino Blanco Iglesias, nació en 1.920, siendo hijo de D. José Blanco González, maestro nacional de Armariz, y de Dña. Basilisa Iglesias Sánchez. No consta en el libro de bautizados de la parroquia, por lo que podemos concluir que fue bautizado en otra iglesia. Fue voluntario a Alemania integrando la División Azul, con el grado de Alférez. En España pertenecía al Regimiento de Infantería 88 de la VIII Región Militar. El 1 agosto 1.941 es asignado a la 1ª Compañía de Transporte Hipomóvil y el 1 noviembre 1.941 pasa a la 2ª Compañía del Batallón de Reserva Móvil. Obtiene la Cruz de Hierro de 2ª categoría el 27 abril 1.942. Figura enterrado en Rusia el 3 de marzo de 1.942 en el cementerio de Grigorowo, fila O.
Necrológica de su regimiento militar publicado en el diario de Orense, La Región, el 12 de Abril de 1942.
D.E.P.
El Coronel, Jefes, Oficiales, Suboficiales y Tropa de su
Regimiento,
Ruegan a sus amistades una oración por su eterno descanso y la
asistencia a los funerales que se celebrarán el próximo día 14, a las once
horas, en la iglesia de Santa Eufemia del Centro, favor por el que les quedarán
muy agradecidos.
Orense, 12 de abril de 1.942.”
Orense, 12 de abril de 1.942.”
Por las mismas razones de la deficiencia de los microfilms del periódico, paso a reproducir el texto:
“El Joven DON LUIS BLANCO IGLESIAS, Alférez del Regimiento de Infantería nº 88, VOLUNTARIO DE LA DIVISION AZUL, Murió heroicamente en su puesto de honor por Dios y por España, a los 22 años de edad, habiendo recibido los Auxilios Espirituales.
-D.E.P.-
Sus padres, D. José Blanco González (maestro nacional de
Armariz) y doña Basilisa Iglesias Sánchez, hermano Amando (maestro nacional);
tíos, primos y demás parientes,Ruegan a sus amistades una oración por el eterno descanso de su alma y la asistencia a los funerales que tendrán lugar el día 17 de Abril, viernes, en la parroquia de San Cristóbal de Armariz, a las once de la mañana, por lo que le anticipan gracias.”
Todavía mi madre recuerda este funeral celebrado en la iglesia de San Cristóbal con asistencia multitudinaria. A la gente del pueblo se unieron los venidos de otros lugares y los compañeros falangistas del fallecido. A ambos lados del túmulo funerario de la iglesia montaron guardia compañeros falangistas uniformados. Dado el aprecio sentido por el padre del fallecido, así como por las circunstancias del fallecimiento, hubo un gran sentimiento y conmoción en el pueblo.
En el mismo diario de la Región, el 18 de abril de 1.942, según información de la División Azul, también apareció otra esquela de la Vieja Guardia de Falange, a la que pertenecía el fallecido. Reproduzco a continuación la reseña insertada en dicho periódico:
"Funerales en Armariz por un camarada de la Vieja Guardia
En la mañana de ayer se han celebrado en la parroquia de Armariz (Nogueira de Ramuín) solemnísimos funerales organizados por el Jefe provincial de Falange Española Tradicionalista y de las JONS por el descanso eterno del camarada de la Vieja Guardia Luis Blanco Iglesias, alférez del Regimiento 88 que como voluntario formaba parte de la División Española.
El camarada Garro, en representación del Jefe provincial del Movimiento hizo la ofrenda de coronas.
Los funerales fueron presididos por el padre del finado.
El coronel Quintana, Jefe del Regimiento 88 y Gobernador militar de la plaza;
camarada Garro, en representación del Jefe provincial del Movimiento y Gobernador
civil; los capitales Carnicero y Hernando; el delegado provincial de
excombatientes, camarada Ramón Salgado; un hermano del finado y las autoridades
y jerarquías locales.
Como decimos, los funerales resultaron solemnísimos,
rezándose a su terminación un responso.
La iglesia estaba completamente llena de fieles.
Una vez terminados los funerales, el coronel Quintana
ofrendó una corona de laurel sobre el panteón de la familia del héroe,
pronunciando allí su nombre: ¡Luis Blanco Iglesias!, que fue unánimemente
contestado ¡Presente! ¡Arriba España!"
Lápida instalada en el panteón familiar del cementerio de San Cristóbal de Armariz. |
Panteón familiar |
".../... Otro equipo integrado por el delegado
provincial de Organizaciones, don Rafael Outomuro Fernández, acompañado de
otras jerarquías provinciales, inauguró en nombre del excelentísimo señor
gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, ..../... , en Luintra, un
lavadero y abrevadero, la policlínica y casa del médico y otro lavadero.
También descubrió una lápida, dando el nombre de una calle al primer caído de
la División Azul, Caballero de la Cruz de Hierro "Teniente don Luis Blanco
Iglesias", terminando con ello su visita a Nogueira de Ramuín, .../..."
Dedicación de calle en Luintra, capital del municipio de Nogueira de Ramuín |
Desconozco absolutamente la personalidad de este paisano, sus virtudes o defectos. El tributo que aquí rindo a su recuerdo está basado en el reconocimiento a su valiente gesto de iniciar una aventura extremadamente peligrosa, cuyos riesgos eran conocidos sobradamente antes de su inicio. Muchos voluntarios fueron por ideales políticos, otros por avanzar en los rangos de la carrera militar, otros para redimir penas, en definitiva por múltiples razones, que en ningún caso merman la valentía de quienes afrontaron esos riesgos, cuyo precio podía ser la propia vida.
Cruz de Hierro de Segunda Clase - Condecoración concedida solo por acciones militares heróicas |
La vocación militar del alférez Blanco Iglesias es
evidente, seguramente influenciado por la tradición militar de la familia. En
el propio cementerio de San Cristóbal de Armariz figura una antigua lápida de
una sepultura donde reposan los restos de su antepasado Domingo Blanco Álvarez,
Capitán de Infantería, fallecido el 24 de abril de 1890. Por su parte el
alférez Blanco, había solicitado el ingreso en la Academia Militar de
Transformación, según consta en el D.O. (Diario Oficial) num. 175 del 7 de
agosto de 1942, figurando admitido en la Academia General Militar de Zaragoza
en el cuerpo de Infantería con el número 825 de la segunda convocatoria.
Lamentablemente no pudo regresar con vida de su participación en la División
Azul.
Condecoración concedida en España a los miembros de la División Azul |
D. José Blanco, su padre, conocido en el pueblo como Don Pepe, fue maestro nacional, impartiendo clases a los chicos durante varias décadas en la escuela ubicada en la casa junto a la iglesia. Nació en 1.888 y murió en 1.977 a los 89 años. Yo tuve oportunidad de conocerlo, aunque brevemente y de muy pequeño. El recuerdo que conservo de su persona es el de un hombre pequeño de estatura, con el pelo blanco y muy corto, finas gafas metálicas redondas, le faltaba un ojo, desconozco las circunstancias de dicha pérdida, amable en las formas, educado y servicial. Eran muchos los que acudían en su ayuda para rellenar impresos oficiales, redactar testamentos, liquidar impuestos o cualquier gestión que requiriera papeleo oficial. Fruto de esa entrega a sus vecinos eran los numerosos regalos y atenciones que recibía por San José, día de su santo, fecha muy señalada en el santoral en aquella época. También recuerdo su afición al coleccionismo, especialmente de sellos de correos. Para aquella época, supongo que tenía una colección considerable, fruto de muchos años de acopio y compra, aprovechando sus relaciones y viajes a la capital o incluso a Madrid, donde ya hablaba del mercado dominical de sellos en la plaza Mayor. En definitiva, el recuerdo que yo tengo encaja con el de un maestro inteligente e inquieto, sociable y servicial, que se ajusta a grandes rasgos con la imagen del maestro ideal de aquella época. Fruto de su ejemplo, también yo inicié una colección de sellos que me acompañó durante varios años en mi etapa de colegial. Ya cuando yo era niño se jubiló continuando en el puesto de maestro nacional su hijo, D. Amando, hombre de carácter más rígido y severo. También él era mutilado, habiendo perdido uno de sus brazos, de lo que también desconozco las causas, lo que no le impidió la práctica de su deporte favorito que era la caza.
Placa identificativa del personal militar |
Paso a exponer algunos datos históricos para enmarcar las circunstancias de la participación de D. Luis Blanco Iglesias en esa acción militar en un lugar tan alejado de su lugar de nacimiento.
En 1.939, terminada nuestra guerra civil, comienza la Segunda Guerra Mundial cuando las tropas de Alemania cruzan la frontera de Polonia el 1 de septiembre de dicho año.
Durante nuestra guerra civil, a pesar de los acuerdos de no intervención de las potencias europeas, tanto el ejército republicano como el ejército sublevado recibieron ayuda exterior de capital importancia, tanto en armamento y apoyo logístico como en contingentes humanos.
El Ejército de la República recibió una cuantiosa ayuda en material procedente mayoritariamente de Rusia, aunque también de otros países europeos, finalmente pagado con las reservas de oro del Banco de España, que fue enviado a Rusia durante la guerra. En lo que respecta a la aportación de combatientes, se crearon las Brigadas Internacionales a instancia de la Internacional Comunista, encargándose de su puesta en marcha el Partido Comunista Francés. Sus componentes procedían mayoritariamente de miembros del partido comunista francés, aunque también había batallones de otras nacionalidades, especialmente del Reino Unido y Estados Unidos, además de algunos conocidos intelectuales e idealistas de la época, que jugaron también un papel importante en el ejército republicano. Su contingente medio fue de unos 20.000 hombres, habiendo participado en los distintos reemplazos un total de unos 60.000, sufriendo 15.000 bajas.
Por su parte, Hitler ayudó al ejército nacional con la aportación de la Legión Cóndor, consistente en escuadrillas de aviones, con un total de 136 aparatos, que participaron de forma determinante en el desarrollo de la contienda, destacando, entre otras operaciones, el bombardeo de la población vasca de Guernica. También recibió ayuda en carros de combate y artillería pesada. Esta aportación alemana tenía también la finalidad de probar el material y las tácticas que luego serían de vital importancia en la guerra europea a punto de comenzar. En el curso de la guerra llegaron a enviar, conjuntamente con Italia, un total de 600 aviones. El contingente de efectivos de la Legión Cóndor alcanzó los 5.000 hombres, si bien en el transcurso de la guerra, y en los distintos servicios, llegaron a participar unos 15.000 efectivos en los distintos reemplazos, con unas 300 bajas en total.
También la Italia de Mussolini contribuyó con soldados y material. Aportó un Corpo Truppe Volontarie, que llegó a contar con 44.000 hombres desplazados a España, además de escuadrillas aéreas y material blindado.
Terminada la guerra civil, España quedó destrozada, empobrecida y hambrienta. Aunque hubo intentos para que España se alineara en el conflicto europeo, Franco consiguió permanecer neutral. Cuando en 1.941 Alemania declaró la guerra a Rusia, Franco encontró el medio de devolver el favor recibido de Hitler, ya que, sin implicarse en el conflicto global europeo, decidió crear una división de voluntarios que fueran a luchar al frente ruso, como contribución a la lucha contra el comunismo, iniciando su creación en junio de 1.941.
Para evitar una intervención de militares españoles, que supondría romper la neutralidad en el conflicto, se convocó una división de voluntarios, abriéndose banderines de enganche en toda España. Dado el ambiente patriótico de la época pronto se superó con creces el número requerido para componer una división, que era de unos 18.500 hombres. El excedente de voluntarios iría reemplazando a caídos y heridos para que todos tuvieran la oportunidad de luchar en el frente ruso. Es importante comprender que aunque muchos de los alistados eran militares, lo hicieron a título individual y no vistiendo el uniforme del ejército español. Este cuerpo expedicionario inicialmente se llamó División Española de Voluntarios (DEV). Posteriormente se llamó popularmente División Azul por el color de las camisas falangistas que llevaban los voluntarios. La mayoría eran miembros de la Falange, del SEU (Sindicato Español Universitario) y militares o licenciados de la guerra civil española. Una vez integrados en la Wehrmacht, constituyó la División 250 del ejército alemán, comandada inicialmente por el General Agustín Muñoz Grandes.
Despedida de la División Azul en Madrid |
Es reconocido el valor con que luchó la División Azul, siendo muy conocida la opinión de Hitler:
La división
española lucha en primera línea sin interrupción, en uno de los sectores más
difíciles y de decisiva importancia para los combates defensivos. De este modo
la División Azul ha hecho el más alto honor a su Patria en la gran lucha
anticomunista.
Cuando la División
Azul regrese a España tendremos que expresar, tanto a ella, como a su bravo
general, el reconocimiento debido a una lealtad y a una valentía llevadas hasta
la muerte."También es muy citada la opinión del General de Artillería Jürgens, Comandante General del XXXVIII Cuerpo de Ejército de la Wehrmacht:
“Si en el frente os encontráis a un soldado mal afeitado, sucio, con las botas rotas y el uniforme desabrochado, cuadraos ante él, es un héroe, es un español."
Se estima que en total llegaron a participar en la División Azul, entre 45.000 y 47.000 hombres, en los distintos reemplazos. Las cifras de víctimas hablan por sí solas del valor y arrojo de los combatientes, siempre en los lugares de mayor peligro: 4.954 muertos en el frente, 8.700 heridos, 2.137 mutilados y 372 fueron hechos prisioneros por el ejército ruso. De estos prisioneros solo unos pocos sobrevivieron a los largos años de privaciones y trabajos forzados durante su cautiverio en los gulag, campos de trabajo soviéticos en Siberia. La mayor parte de los prisioneros españoles de la División Azul tuvieron que esperar hasta doce años para ser liberados, hecho que solo ocurrió tras la muerte de Stalin. Los 220 hombres que sobrevivieron fueron repatriados de Siberia a Odesa y de allí a España en 1.954, llegando al puerto de Barcelona el 2 de abril de ese mismo año en el barco griego Semíramis, fletado por la Cruz Roja.
Muchos de los caídos en combate en la primera etapa están enterrados en el cementerio de Novgorod, en Rusia. Otros siguen enterrados donde cayeron, sobre todo en Krasny Bor, donde el 10 de febrero de 1.943, en un solo día hubo 2.200 bajas en combate. Cuanto más se profundiza en los detalles de las distintas batallas en las que participó la División Azul, mayor es la admiración por esos hombres. No solo luchaban valientemente en los lugares de mayor peligro como carne de cañón para abrir vías de penetración en el ejército enemigo o frenar ofensivas arrolladoras, sino que debieron hacerlo en unas condiciones climáticas casi insoportables, con termómetros por debajo de los 50º bajo cero.
Con independencia de la ideología que cada uno pueda tener, creo que es de justicia reconocer la valentía de estos hombres, que guiados por unos ideales en los que creían, fueron a una tierra extraña a luchar en condiciones extremas, dejando allí su vida muchos de ellos, contribuyendo a mantener un altísimo prestigio militar español equiparable al que alcanzaron los Tercios Viejos en sus campañas europeas durante los reinados de la Casa de Austria.
Entierro del Falangista Silvio Viso en Castrelo de Miño - El funeral de Luis Blanco debió ser similar |
El Alférez Luis Blanco fue trasladado a la segunda
compañía del Batallón de Reserva Móvil 250, apodado “Tía Bernarda”. Debido a que el Batallón se encontraba repetidamente
en las peores situaciones del frente, acabó siendo conocido popularmente como
la tía Bernarda, término coloquial entre los "guripas", como así gustaban
llamarse los divisionarios.
El Batallón de Reserva Móvil 250 era una de las mejores unidades de la División Azul. Aunque en los organigramas organizativos aparecía encubierto como batallón de depósito, servía en realidad como fuerza de choque, ya que estaba compuesto en su mayor parte por tropas de Regulares y de la Legión. Se encargó el mando de esta unidad de élite al comandante Fernando Oses Armesto.
El 7 de enero de 1.942 empieza la Ofensiva de Lyuban, una gran operación cuyo objetivo para el ejército rojo era atravesar las líneas del río Voljov, que comunica los lagos Ilmen y Ladoga, para romper el cerco sobre Leningrado. En uno de los combates, 543 soldados alemanes quedaron atrapados en la localidad de Vsvad al sur del Lago Ilmen. El otoño anterior, la división española creó una compañía de esquiadores, por razones operativas ordenado por el mando alemán, y a éstos se les encomendó la misión de acudir en rescate de los alemanes. El día 10 comenzó la marcha a través del lago congelado, tardando 11 días en alcanzar la posición alemana en la orilla sur y liberarlos. En el trayecto, con tormentas de nieve y temperaturas inferiores a los -50℃, la compañía sufrió más de 100 bajas por congelaciones graves. Casi una veintena de soldados sufrieron la amputación de ambas piernas. La Compañía recibió por ello 32 Cruces de Hierro, siendo una de las más condecoradas de los ejércitos del norte.
Cartel conmemorativo de la presencia de la D.A. en Novgorod - Grigorowo antes de su traslado |
Plano de distribución de tumbas en el cementerio de Grigorowo |
Vista del cementerio de Grigorowo |
Tributo y despedida de un compañero |
Acreditación de los servicios prestados en la zona de Novgorod |
Ilustro a continuación este artículo con fotografías tomadas de la web y que supongo libres de derechos de autor. Agradezco sinceramente el esfuerzo que han realizado numerosos estudiosos de la División Azul para documentar toda su historia, y que comparten sus conocimientos en la web, para que otros podamos disfrutar de dicha información y contribuir al reconocimiento de unos hechos ciertamente históricos.
Tributo a los caídos de la División Azul |
Recreación de combates en Rusia - pintor Autusto Ferrer-Dalmau |
Recreación de las duras marchas en las heladas estepas - pintor Autusto Ferrer-Dalmau |
Recreación del Comandante Antonio Barrera - pintor Autusto Ferrer-Dalmau |
Recreación de un soldado en el campo de batalla - pintor Autusto Ferrer-Dalmau |
OTROS CAIDOS DEL MUNICIPIO DE NOGUEIRA DE RAMUÍN
De la documentación que he examinado para escribir
este artículo, también se desprende que hubo otros caídos de la División Azul
de nuestro municipio, que merecen nuestro recuerdo y tributo. No tengo en
absoluto la certeza de que estén todos, pero a continuación relaciono aquellos
de quienes he tenido conocimiento. Figura un soldado de Lobaces, que pertenece
al ayuntamiento de Esgos, pero dada la proximidad y relaciones de vecindad con
nuestra parroquia, me permito incluirlo también.
Soldado
Manuel Vázquez Seoane. Nogueira de Ramuín. Hijo de Victor Vázque Rivada y
Concepción Seoane Rodríguez. +19-11-41.
Soldado
Enrique Novoa Fernández. Villar de Cerreda. Hijo de Aurora Novoa Fernández.
+12-10-41.
Soldado
Abelardo Laso Perdiz. Lobaces-Esgos. Hijo de Darío Laso Penín y Ramona Perdiz
Melón. +6-1-42.
Emotiva imagen de una madre que perdió su hijo en el frente |
Soldados aprendiendo vocabulario alemán |
Imagen del Alférez Ricardo Sanz, no muy distinta de la que podría tener Luis Blanco Iglesias |
LOS PRISIONEROS DE LA DIVISION AZUL
Capítulo aparte de esta gesta merecen los prisioneros de la División Azul capturados por el Ejército Rojo. Dada la magnitud de la contienda fueron realmente pocos, se calcula que 464. Tan reducido número se explica porque luchaban hasta morir antes que rendirse, ante la casi certeza de que iban a ser ejecutados si eran capturados. Los voluntarios extranjeros, especialmente los españoles que iban a enfrentarse a la dictadura estalinista, eran ejecutados directamente en el campo de batalla como consigna política por la inquina de Stalin contra el régimen de Franco. Si algún herido retrasaba la marcha también era ejecutado al instante.
Después de las torturas, congelaciones, malnutrición, trabajos forzados y enfermedad, sobrevivieron menos de 300. Después de que los prisioneros alemanes, italianos, franceses y de otras nacionalidades fueron liberados, los españoles continuaron encarcelados. Solo después de la muerte de Stalin, y como resultado de las gestiones de la Cruz Roja Internacional, se pudo conseguir la liberación de los supervivientes en los gulags siberianos.
En 1954, concretamente el 2 de abril, en el mercante griego “Semíramis” llegaron a Barcelona 286 repatriados españoles. De ellos, 248 soldados de la División Azul y 38 republicanos de izquierdas. Finalmente llegaban a sus hogares después de 12 años de penalidades difíciles de describir. Las diferencias prácticas entre los campos de concentración alemanes y los gulags rusos eran pocas. En unos se moría en las cámaras de gas y en los otros de congelación, malnutrición y extenuación por los trabajos forzados a los que fueron sometidos. Como testimonio de la vida en los gulags puedo citar la obra de Torcuato Luca de Tena, “Embajador en el infierno”, en la que construye la obra sobre los relatos de los repatriados después de convivir con ellos durante la travesía que los devolvía al mundo después de tan traumático cautiverio.
Como testimonio humano de la realidad de estos prisioneros, he localizado una entrevista realizada en el diario orensano La Región en su edición del 1 de abril de 1954 a la madre de uno de los repatriados. Es una entrevista que individualiza a uno de los retornados y refleja la angustia de las familias que los dieron por muertos durante muchos años. Por otra parte, vemos la realidad social del retornado, muy distinta en cada caso en función de las motivaciones del alistamiento en la División Azul. El repatriado al que se refiere esta entrevista se alistó con 16 años, volviendo con 29 años después de pasar 11 años en un gulag.
Llegada de los prisioneros de la División Azul repatriados en 1954 |
“Sobre la marcha – La Región - 01/04/1954
La madre del repatriado orensano
Entre los 286 repatriados de la Unión Soviética que en estos momentos se hallan camino de España a lo largo del Mediterráneo, viene uno que es orensano de nacimiento y que tiene su residencia en nuestra capital. Se llama Rudesindo Graña Carballo. Otros tres de estos ex cautivos tienen sus familiares en pueblos de la provincia, pero de éstos ninguna noticia ha llegado todavía hasta nosotros.
Puesto a localizar a los parientes de Rudesindo, fue tarea fácil dar con su madre. Me lo dijeron en la Plaza de Abastos.
- ¿La señora Sinda? Allá abajo, en Villa Valencia, la puede encontrar usted.
Luego vinieron las señas al detall. El bajo de una gran casa, a mano derecha y otras particularidades, que me permitieron identificarla mucho antes de llegar a ella.
Cuando estuve ante el bajo indicado vi a una mujer que se hallaba pelando patatas. Era la hora en que las amas de casa preparan la comida. Pregunté:
- ¿Vive aquí la madre de Rudesindo Graña Carballo, que viene ahora de Rusia?
Ella me miró con fijeza y dijo, lacónicamente:
-Yo soy su madre.
Sentada como estaba, no pude apreciar bien su aspecto. Vestía una bata negra y su rostro denotaba sufrimiento. Durante unos segundos permaneció sumida en su faena. Yo eché una rápida ojeada en torno. Se veían dos habitaciones humildísimas, pero también muy aseadas.
-Me llamo como él. Rudesinda. Es mi único hijo.
- ¿Qué edad tiene usted ahora?
- Sesenta y cuatro años, aun no cumplidos. Estoy, para entrar en ellos.
- ¿Y él? ¿Cuántos tiene?
- Hizo los 29 el día diez de enero.
- Marchó muy joven entonces, ¿no?
- Cuando tenía diecisiete años menos tres meses. Se fue voluntario.
- Todos se fueron voluntarios.
Ha dejado a un lado las patatas que tenía en el regazo y conversa conmigo completamente despreocupada ya de su quehacer doméstico. Aún tiene el pelo negro y la tez lisa.
- Cuando llegue —le digo— va a llevarse una sorpresa.
- ¿Usted cree?
- Claro. No va o notar los años que pasaron desde que se fue.
- ¡Si fuese como usted dice!
Habla con parsimonia, con voz en la que no hay estremecimientos emotivos, porque la emoción verdadera aún espera el momento en que ha de manifestarse con toda la intensidad.
- ¿Le escribió mucho desde el frente?
-No. Poco. No pudo hacerlo más. El 17 de octubre marchó de aquí para Logroño, donde estuvo cosa de un mes. Después, una vez en Rusia, mandó algunas cartas más que yo tengo guardadas, como recuerdo.
- ¿Pensando en que no volvería?
- Sí, señor, porque aun cuando a mí me comunicaron que figuraba como desaparecido, yo lo di por muerto.
- ¿Es por él por quien trae luto?
- Por él.
- ¿Cuando desapareció?
- Según me dijeron, el 10 de febrero del año 43 cayó herido y fue hecho prisionero. Esto lo sé por unos compañeros de él que volvieron cuando se disolvió la División Azul.
- ¿Cuándo supo que vivía?
- En octubre del año pasado. Un teniente alemán, compañero suyo en el campo de concentración fue puesto en libertad por los rusos. Ese compañero le escribió una carta al señor Alcalde comunicándole que mi hijo se encontraba bien, y el alcalde me lo dijo a mí.
- ¿Fueron esas las únicas noticias?
- Hasta hace unos días, que recibí una carta de Madrid pidiéndome datos míos.
- ¿Cobró usted algo durante estos años?
- Me han estado pagando una pensión, como madre de desaparecido en guerra.
- Dígame ¿trabajaba su hijo en algo, antes de marchar voluntario?
- En una fábrica de mosaicos. Pero lo habían despedido unos quince días antes por falta de material. Entonces quedaron cesantes tres secciones de obreros.
-Habrá llevado una gran alegría al recibir tan buena nueva ¿no?
Ahora las lágrimas asoman a sus ojos y hay un ligero temblor en su voz.
- Usted figúrese. Once años sin verlo, dándolo por muerto, y ahora… Antes de marcharse, pasó un día entero despidiéndose de los amigos. Tenía muchos, porque él es muy bueno y todo el mundo le quiere. Cuando llegó a casa, a las once de la noche, me dijo: “Mamá, prepárame la mochila”. Y yo le metí en ella algunas cositas, y le di algún dinero, muy poco, porque una no tiene y cuando no se tiene no se puede dar.
- ¿Recibió él algún envío suyo en el frente?
- Yo sólo le mandé dinero por dos veces a Logroño. Veinte pesetas cada una. ¡Qué no le hubiera mandado, de haber podido!
- Pero, bueno, ahora, en cuanto venga, se arreglará todo ¿no cree?
- Eso espero. Además, ya me han dicho que, si no está enfermo, lo colocarán enseguida. Mi gusto sería que después de tantas penalidades como habrá pasado no hiciese nada de nada durante algún tiempo. Pero, ya ve usted como vivimos. Dígalo usted, por favor.
Y yo claro que lo digo.
F. ALVAREZ ALONSO”
|
NOTA FINAL.- Las cifras indicadas en el artículo
varían según las fuentes consultadas. He procurado ser objetivo tanto en las
cifras como en la descripción de los hechos, consultando fuentes distintas y
adoptando una posición intermedia que parece la más probable. El que quiera
profundizar en el estudio del tema de la División Azul tiene multitud de obras
publicadas, tanto de historiadores como de las experiencias personales de los
participantes divisionarios que han reflejado en numerosos libros.
Agradezco especialmente a http://memoriablau.es/index.php, (memoriablau.es) la documentación existente de
los miembros de la división fallecidos y sus circunstancias que aparecen en su
página,
y en general de todo tipo de información relativa a la organización de la unidad y sus diversas vicisitudes, que figuran amplia y profundamente documentadas.
El escritor y académico Arturo Pérez-Reverte escribió un artículo en XL Semanal de fecha 1 de julio de 2018, en su sección Patente de Corso, con el título de "Los españoles del lago Ilmen", en el que con su habitual maestría relata una acción heróica de un grupo de espedicionarios que considero un ejemplo de lo allí vivido, tanto por la dureza de las condiciones climáticas como del heroísmo demostrado. Puede ser leído en el siguiente enlace:
Los españoles del lago Ilmen - Arturo Pérez-Reverte
Inserto a continuación la simbología utilizada por la División Azul o las organizaciones políticas que la impulsaron: Falange Española y su sindicato de estudiante, el Sindicato Español de Estudiantes (SEU).
Inserto a continuación la simbología utilizada por la División Azul o las organizaciones políticas que la impulsaron: Falange Española y su sindicato de estudiante, el Sindicato Español de Estudiantes (SEU).
Gracias por esta entrada tan bien documentada.
ResponderEliminarSe nota que hay horas de esfuerzo y trabajo, da gusto seguir encontrando personas que se preocupan por la verdadera historia,
y que dedican su tiempo a compartirlo con los demás.
Ha sido un lujo leerle.
Se refresca la memoria y se aprenden cosas nuevas de una forma muy didáctica y amena.
Un cordial saludo.
y esperamos mas artículos
mucho animo en esta nueva andadura
Sr Dominguez Carballo. Soy familiar 3generacion de Luis Blanco Iglesias.
ResponderEliminarFue el primo hermano de mi madre. Tengo documentacion de la flia que si desea puedo enviarle. Mi nombre es JUAN CARLOS LADO. Vivo en Argentina. Mi email
Lado123@outlook.es
Apreciare si ud. Es tan amable apreciare me pueda pasar el suyo. Y enviarle documentacion muy ligada a mis afectos. Ej foto de 1885 del hotel America de Balneario Mondariz...algun integrante de ese hotel fue antepasado de mo flia. Sera un gusto contactarlo y saber mas de mi flia de ahi. Gracias
A Sr Jose Luis Dominguez Carballo.
ResponderEliminarEstimado Jose Luis. Mi nombre es Juan Carlos Lado, argentino, y vivo en Buenos Aires. Lo felicito por el articulo que ha escrito referente a Luis Blanco Iglesias.
Soy parte de la esa familia, ya que mi madre Engracia Blanco Moro, fallecida hace un año, era prima de Luis Blanco.
El tio de mi madre fue Jose Blanco Gonzalez (de Armariz Faramontaos).
El Sr Gonzalo Blanco, mi abuelo , era hermanastro de Don Jose Blanco, el que vino a Argentina a principios de 1900, creo en 1905 y era boticario en aquel entonces.
Tengo algunas cartas de la epoca, año 1954 en que le escribia a su sobrina. Ademas alguna foto del hotel que hoy ya no existe, HOTEL AMERICA, de Balneario Mondariz que es del año 1885. Por parte de mi abuela, esposa de Gonzalo, sus ascendientes fueron parte de los dueños de ese hotel Las pongo a vuestra disposicion, y puedo enviarselas por esta via. Asi mismo alguna otra que pueda ser de su interes.
Deseo poder contactarnos, ya que apreciaria tener , o ud. me epodria indicar el como, de conocer algo mas de mi querida familia.
El hermano de Luis Blanco Iglesias, el Sr Amando, se que tiene un hijo que deberia tener aprox unos 68 o 69 años.
En fin , seria importante a mis afectos poder conocer algo mas sobre esta rama de flia.
mi contacto es lado123@outlook.es
JUAN CARLOS LADO. Bs As Argentina.
Apreciare me pueda ud. indicar una direccion de correo, u otra manera de contactalo.
Muchas Gracias